Por motivo el Cuarto Congreso Internacional de Correctores de Textos en Español, que se realizará este viernes en Lima, el catedrático español de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona y principal ponente de dicho evento, Daniel Cassany, comentó acerca de las nuevas tecnologías y comunicaciones interpersonales, diciendo que: “no creo que por culpa de Internet se escriba hoy peor que antes”.

De acuerdo con el estudioso, especialista en filología y enseñanza de la escritura, las nuevas formas de comunicación instan a que el ser humano desarrolle otras habilidades acorde con los tiempos.

Diferencias

Cassany pone de ejemplo su experiencia como lector. Señala que antes de venir a Lima deseaba empezar a leer un libro. Buscó por Internet un libro electrónico del tipo de obra que a él le gusta y que era bien comentada por otros lectores.

Ese procedimiento no le tomó más que unos minutos sin salir de su casa y ahora puede leer la obra donde quiera desde su tablet. Antes debía ir a la librería y esperar que existiera un ejemplar de lo que él quería.

Sin embargo, Cassany hace notar que en apariencia hay más oferta y que todo está a un par de clics, pero que eso no es tan cierto. Indica que ahora tenemos el problema de tener acceso a más información de la que podemos consumir.

El filólogo refiere que la inmediatez con la que nos comunicamos no hace que abandonemos las reglas tradicionales, sino que nuestros usos evolucionen.

Hace la precisión que desde su ciencia no se puede señalar si una forma de escribir y hablar es correcta o no, sino simplemente debe describirla.

En palabras de Cassany, uno usa las redes sociales por lo general de una forma informal, por lo que no se puede esperar otro lenguaje que el distendido.

También constata que, debido a esta inmediatez, cada vez se escribe más. “Antes debías esperar una semana para recibir una carta. Ahora la contestas a los segundos de recibida”, añade.

Por otra parte, comenta que aunque el uso del soporte del papel está en declive, existen algunos géneros que siguen teniendo éxito en este tipo de ediciones. Por ejemplo, las novelas gráficas, cómics y mangas, en su opinión, tienen un público que pide su versión impresa.

Otros géneros con similar suerte son la literatura para niños y para jóvenes. Caso contrario son las enciclopedias y libros de viaje. El estudioso manifiesta que las personas prefieren consultar esa información mediante dispositivos digitales.

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