Salim Vera: "No soy un divo o rockstar, solo soy exigente"
Salim Vera: "No soy un divo o rockstar, solo soy exigente"

Por primera vez, Salim Vera (SV) ofrece de forma pública detalles sobre su vida privada, su familia, sus amistades y la banda Libido. Seis o siete sesiones de varias horas, “entre vinos y cigarros”, se tomó para culminar los tres capítulos que engloban su biografía autorizada, a cargo de Luis Palomino (LP).

Luis, ¿cuál era tu opinión de Salim antes de conocerlo?

No es que haya tenido una, pero sí me dijeron una vez: “Ese pata es medio especial”. Cuando lo conocí me di cuenta de que yo estaba más cerca de la esencia de Salim que de quien me comentó eso. Tiene una forma muy libre de vivir sus pensamientos. Tal vez sí pensé que no estaba muy comprometido en un tema social, que se quedaba en el arte. Conversando con él, me di cuenta de que estaba muy al tanto de lo que sucede en el país.

Salim, en una sesión de prensa del EP Amar o matar, referiste que no era tu intensión escribir las memorias de Libido. Poco más de un año después, tu biografía ya está a la venta, ¿a qué se debe esta decisión?

Me pareció una buena idea, pero también cuento parte de la banda. No lo vi para nada descabellado. Me pareció interesante y novedoso escribir mi historia en tercera persona, de manera literaria. No se me ocurrió hacer lo que propuso Toño Jáuregui (un libro sobre el grupo), respetando también lo que ideó en primera instancia. Seguramente, en algún momento, él escribirá la historia de Libido. Yo puedo escribir la historia de Salim Vera.

Salim, en el libro refieres que parte de tu juventud y adolescencia fue un momento en el que le caías bien a todos y que ahora no es así, ¿qué cambió?

Fue sarcástico (el comentario), le caigo bien a mucha gente. Sé quién soy. Tengo mis detractores, aunque infundados la mayor parte de esos juicios. No sé por qué. Tal vez mostrarse como uno realmente es puede ser un pecado. Parece que tienes que tener otra cara para la gente. Yo no soy así, no tengo por qué ser otra persona. Además, me da flojera ponerme otra cara. Tratar de ser encomiable o humilde, esas cosas me dan flojera. Solo quiero ser Salim Vera. Sé que soy buena onda, no soy un hijo de p... como me califican los detractores. Cuando leo esas cosas me dan risa.

Entonces, ¿qué opinas cuando te califican de divo o rockstar?

Es que no soy divo o rockstar, soy una persona exigente. Soy un tipo profesional que le gustan las cosas bien hechas. Me gusta verme y cantar bien. Exigir que todo suene bien. Me gusta exigir mi lugar en la música, en el escenario. En los horarios, en el camerino, que todo se vea y suene de manera excelente. Eso no está mal, es parte de la calidad que quieres ofrecer. Como te ven, te tratan.

¿En el libro te diste espacio para criticar tu propia música?

He dado un paso a la autocrítica porque es saludable y necesaria. No lo veo irracional. Es más, no confío en los artistas que no se autocritican, por eso no confío en Manolo Hidalgo (risas).

No te gustaba recordar mucho tu pasado, ¿por qué indagar?

(LP) La idea no fue indagar en cosas más oscuras, sino todo lo opuesto. Crear una historia entretenida, rescatar lo que pueda ser útil para entender a Salim en el presente. Esta relación con la música, que desde niño fue una forma de escape.

Toño Jáuregui fue uno de tus grandes amigos, ¿te fue complicado ahondar en los motivos del distanciamiento?

(SV) Tocamos varios temas sobre el distanciamiento. Toño quería lograr algo musicalmente, yo algo distinto. Sí, explico el detonante en el fin de nuestra relación amical y cómo ya no nos sentíamos identificados como una sociedad. Manolo y yo nos quedábamos callados, y eso estuvo mal. No lo extraño, la amistad fue sepultada. No iba a permitir que nadie me ningunee, esas canciones también las hice yo.