Mario Vargas Llosa calificó hoy de “caricatura de la lengua” la forma de comunicarse en las redes sociales y se mostró convencido de que si la literatura no prevalece, la sociedad corre el peligro de convertirse “en un mundo de monos”.
Vargas Llosa presentó en Madrid un libro de ensayo en el que, bajo el título “Conversaciones en Princeton”, recoge el curso que impartió en la Universidad de Princeton (Estados Unidos) junto con el catedrático Rubén Gallo, a un grupo de alumnos con los que debatieron el proceso de la escritura del Premio Nobel de Literatura 2010.
Un escritor que se declaró hoy “horrorizado” al comprobar en las redes sociales “en qué se ha convertido el lenguaje”, un modo de expresarse que le parece “espantoso” y la negación misma de la literatura. No obstante, confió en que la literatura prevalezca sobre estas formas de comunicación ya que, en caso contrario, advirtió, vamos hacia “un mundo de monos”. “Solo la buena literatura enseña las posibilidades de la lengua, enseña a matizar, a ser preciso, claro y coherente”, indicó.
Si la literatura no sobrevive, “la sociedad del futuro no va a ser nada envidiable y ejemplar; puede ser floreciente en tecnologías pero invivible para alguien con sensibilidad y cierta cultura”, consideró Vargas Llosa. Para el escritor peruano, una sociedad “de lectores de buena literatura” es más crítica, más libre y más difícil de manipular.
Aunque explicó que ya no cree en el efecto inmediato de la literatura como cuando era joven, sostiene que es una “fuente indispensable” para la formación de una sociedad democrática y libre. En el libro presentado hoy se relata cómo, a partir de cinco obras de Vargas Llosa -“Conversación en la catedral”, “Historia de Mayta”, “¿Quién mató a Palomino Molero”, “La fiesta del Chivo” y “El pez en el agua”, se debatió en el curso la relación entre Historia y ficción.
En su proceso de escritura, explicó Vargas Llosa, realiza siempre mucha labor de investigación, no como un sociólogo ni como un historiador, “sino para poder mentir con conocimiento de causa”. El Premio Nobel aseguró que a lo largo de los años ha cambiado en su forma de escribir pero confesó que no es consciente “de la naturaleza del cambio”.
“Borges dijo que cuando uno empieza a escribir le interesa mucho la complejidad y luego descubre que lo importante es la claridad y hay mucho de cierto en esa teoría”, recalcó Vargas Llosa, a quien en sus últimas novelas le ha interesado sobre todo la claridad.
Por eso cree que en su literatura haya ahora más transparencia, un lenguaje menos enrevesado y menos barroco que en sus obras de juventud, una época en la que “se tiene la idea falsa de que la oscuridad representa profundidad. ¡Mentira!”, exclamó.
Las lecciones de “Conversación en Princeton”, dividido en ocho secciones o ensayos, desvelan el oficio de Vargas Llosa y sus ideas de la literatura en relación al periodismo, la política, el espíritu crítico o la libertad de expresión. El catedrático Rubén Gallo transcribió las horas de grabación de las clases que se impartieron en el segundo semestre de 2015 y en las que abordaron también aspectos de la actualidad como la amenaza del radicalismo fundamentalista.
Así, el libro incluye el encuentro con el periodista de Charlie Hebdo Philippe Lancon, superviviente del atentado terrorista al semanario ese mismo año, en el que sus testimonios se alternan con las reflexiones de escritor sobre el terrorismo fundamentalista como el gran desafío a las sociedades democráticas. Además de este libro, Vargas Llosa acaba de terminar de escribir un ensayo, una autobiografía intelectual y política a través de los pensadores que le han marcado a lo largo de su carrera.