La antropóloga Zoila Mendoza ha escrito una crónica etnográfica, a partir de su trabajo de campo e investigación, sobre la peregrinación que los pomacanchinos, en Cusco, hacen en homenaje al Taytacha Qoyllur Rit’i.
Su labor se concretó en el libro “Qoyllur Rit’i” (La Siniestra, 2021), un testimonio personal y comunitario sobre esta festividad.
¿Qué dicen nuestras festividades, como la peregrinación al santuario de Qoyllur Rit’i, de la relación entre los peruanos y la naturaleza, su espacio?
Se está cuestionando el uso de la palabra/concepto de “naturaleza”, porque la pone como un elemento pasivo, inanimado que debe ser explotado y dominado a favor de los humanos. Hemos aprendido que hay una fuerte continuidad en la forma en que se concibe el universo como un todo de relaciones reciprocas y activas entre sus componentes. En ese contexto debemos entender la importancia de la peregrinación al Santuario del Señor de Qoyllur Rit’i. La imagen del Cristo en una gran roca, junto al nevado Qollquepunku, son actores importantes y poderosos en esta serie de relaciones recíprocas. Las personas que peregrinan a ese lugar, para conectarse y rendir honor a ellos, están activando y recreando este tipo de relaciones y mostrando el respeto necesario para que el flujo de la vida siga para delante de manera favorable.
¿Qué papel juegan la danza y la música?
Son la esencia de esta peregrinación. Desde sus principios, los pueblos viajaban al santuario a ofrecer sus danzas locales al Señor y al Apu Qollque Punku y a conectarse con todo el grupo de peregrinantes a través de la melodía Chakiri Wayri. Según la historia oral, es la favorita del Señor porque, con ella, el niño pastor Marianito Mayta y el Niño Jesús bailaron y jugaron llevando a la reproducción de los ganados del primero.
¿La pandemia afectará la peregrinación?
La importancia de la festividad, lejos de estar en proceso de desaparición, va en crecimiento. Se estima que, en 2019, llegaban más de 100 mil. La pandemia le dará el impulso cuando la fiesta se restablezca. Se van dando transformaciones y eso no es novedad en el caso de esta o cualquier otra fiesta en los Andes o en Lima. Incluyo, en el libro, detalles del camino, coordenadas, para que, de desearse, se pueda reconstruir el camino. También pude compartir en quechua (y su traducción al castellano) historias importantes que se relacionaban a la peregrinación así como conversaciones que llevaron a entender mejor el sentimiento/concepto de pampachay o nivelación.
También apuntas que el quechua está en peligro de extinción...
Aspectos políticos, económicos y sociales, como el racismo, han contribuido fuertemente a esta disminución, pero estamos viviendo un momento lleno de oportunidades para revertir este proceso. El dato del crecimiento en número total y porcentual de quechuahablantes en el país, entre los dos últimos censos nacionales, nos dan esperanza. A nivel gubernamental ha habido pocos y sobre todo fallidos esfuerzos de hacer del Quechua y otros idiomas originarios parte valiosa de nuestra sociedad. Actualmente hay algunos esfuerzos a nivel regional que están dando buenos resultados. Necesitamos un gobierno que realmente quiera hacer cambios estructurales que favorezca a las mayorías.
¿El Bicentenario es una oportunidad para seguir revalorando nuestra herencia cultural?
Para comenzar a tener una nueva y diferente actitud frente a las complejas sociedades que integran el espacio llamado Perú, sin simplificarlas ni querer incorporarlas bajo un discurso unificador y marginador de las grandes mayorías. No se trata simplemente de reconocer diversidad interna y de ver, en las actuales prácticas culturales, vestigios de un pasado, quizás idealizado, y/o visto como algo exótico o muestra de museo. Nos debemos aproximar a dichas prácticas para entender el sentido actual que tienen en su sociedad y entender mejor las diferencias ontológicas y los desencuentros a los que nos encontramos constantemente.
Zoila Mendoza
Investigadora peruana. Bachiller y licenciada en Antropología por la PUCP. Recibió su magíster y doctorado en la Universidad de Chicago. Es profesora principal en el Departamento de Estudios Indígenas de las Américas en la Universidad de California.