Revive los golazos con los que Barcelona venció 3-0 al Real Madrid
Revive los golazos con los que Barcelona venció 3-0 al Real Madrid

El  asestó un golpe definitivo al en Liga y endosó a Zidane su derrota más dolorosa, tras una apuesta arriesgada sentando a Isco y apostando por Kovacic, que se le volvió en contra en una segunda mitad de inferioridad con goles de Luis Suárez de penalti y Aleix Vidal.

Zidane inventó y erró. Traicionó el mensaje que tanto repite, siempre preocupado por el buen juego de su equipo antes que del rival y le salió mal en el partido que más crítica desatará sobre su figura incuestionable en títulos. Modificó su idea habitual y para ello el castigo recayó en el futbolista que más regularidad tuvo en el cuarto de temporada completado: Isco Alarcón. 

Se esperaba salida en tromba madridista y dejó un gol bien anulado a  por fuera de juego y un intento lejano de Carvajal a manos de un seguro Ter Stegen. Las intenciones eran buenas, los dos equipos presionando en campo contrario y desatando una lucha en el centro del campo por el balón que sería la clave. Mejores intenciones que fútbol. Más intensidad que precisión. Un Real Madrid que mordía buscando acciones de gol ante un Barcelona que se posicionó pero no encontraba su juego. La tranquilidad de ser válido el empate le invitó a especular intentado quitar ritmo al partido.  

Iniesta puso su nombre al balón, con lecciones en cada una de sus apariciones, y comenzaron a acabar jugadas con Luis Suárez avisando antes de romper el partido. En la mejor salida de balón de un Busquets impreciso, encontró el espacio al movimiento de Rakitic, la mala lectura de Kovacic que por seguir a Messi dejó un tres para dos que aprovechó Sergi Roberto para extender su sociedad con Luis Suárez. A placer adelantaba al líder.

El Real Madrid entró en shock. Solo le valía ganar para reengancharse al pulso por el título y el arrebato le sería insuficiente. En minutos de inferioridad no pudo ni tirar de casta, corrió tras el balón, cometió errores defensivos de gravedad y terminó de hundirse a los 63 minutos.

Fiel a su identidad, el Real Madrid murió luchando hasta el final, pidiendo dos manos dentro del área rival no señaladas por el colegiado y hasta perdonando oportunidades claras de gol Bale. Roto en su planteamiento, el peligro de acabar goleado existía y Keylor fue salvador ante Messi y Semedo, pero nada pudo hacer en el añadido con el disparo de Aleix Vidal que cerraba el primer triunfo de Valverde ante un Zidane al que deja señalado. La venganza de la Supercopa de España estaba cumplida.