Cuatro muertos, incluyendo una mujer embarazada, y unos 15 heridos dejó el último domingo una avalancha en el estadio de Tegucigalpa a poco de comenzar la final del campeonato de fútbol en Honduras.
El portavoz del estatal hospital Escuela, Miguel Osorio, dijo a la AFP que “dos personas murieron en el estadio y dos en el hospital”, donde estaban internados otros 15 aficionados, aunque medios locales aseguraron que fueron cerca de 25.
Las cuatro personas “murieron de manera accidental al ser embestidos por la turba de aficionados que ingresaban de manera violenta por el portón”, explicó en un comunicado el ministerio de Seguridad.
Añadió que el estadio, que puede acoger 35.000 espectadores “había alcanzado la máxima capacidad de asistentes y en las afueras una multitud esperaba ingresar con sus respectivos boletos”.
“Los lesionados sufrieron golpes o intoxicaciones por bombas de gases lacrimógenos que lanzó la policía”, añadió Osorio.
Indicó que cientos de aficionados entraban a la fuerza por un portón de la gradería popular, ante una sobreventa de boletos, y para tratar de controlarlos, la policía lanzó las bombas de gas y potentes chorros de agua con una tanqueta.
El incidente se registró al iniciar la final del campeonato hondureño que el Motagua terminó ganando por 3-0 al Honduras Progreso.
La aglomeración de los aficionados escapando de los gases y del agua causó los muertos y heridos, según algunos testimonios.
Sonia Banegas, relató a la estación local HRN que su sobrina Maryori Godoy se debate “entre la vida y la muerte”.
“Mi sobrina, mi nieta y mis hijos íbamos a disfrutar de una fiesta deportiva pero se convirtió en una tristeza”, lamentó.
Hay “luto y mucho dolor por culpa de un irresponsable que abrió el portón a las 03H30 de la tarde. Nosotros estábamos (frente al portón) desde las 02H30 para ingresar. Todo estaba calmado, la gente estaba ingresando por el portoncito pequeño” de acceso, añadió.
Luego “un policía gritó: 'hay que abrir el portón (grande)', entonces la gente se aglomeró, comenzaron a caer personas al suelo y se paraban en ellas; mi sobrina cayó y está entre la vida y la muerte, cuando ella solo quería disfrutar”, deploró.
El ministerio de Seguridad dijo en su comunicado que “se procederá a realizar las investigaciones sobre la presunta sobreventa de boletos”.
El Motagua aseguró en otro comunicado que la sobreventa de entradas se registró por “falsificación” de boletos“.
El club “se percató y avisó a las autoridades competentes de forma inmediata de la existencia de boletos falsos” que permitieron que personas entraran al estadio de manera “ilegal”, aseveró.
Una copia del presunto boleto falsificado fue divulgado por el equipo en las redes sociales.
Del estadio se evacuaron “dos muertos y 17 heridos (al producirse) una avalancha en la gradería”, había dicho a la AFP minutos antes uno de los encargados del operativo policial en el estadio, teniente Luis Barahona.
Motagua se coronó campeón al golear 3-0 al Honduras Progreso y un global de 7-1 porque había ganado también de visita 4-1.