En nuestro país, desde hace 5 años, se empezó a utilizar las canchas sintéticas, el primero en darle uso fue el Estadio Nacional el año 2005, desde ese entonces a lo largo y ancho de nuestro suelo patrio fueron proliferando. Cusco no podría ser la excepción, y solo ayer inauguró su nueva cancha deportiva. “El césped utilizado para la construcción de esta cancha deportiva es el mejor que hay en todo el país”, esas fueron las palabras de Ángel Sequeiros Borja, gerente de infraestructuras y obras del Gobierno Regional en la ceremonia de entrega del nuevo recinto deportivo en la institución educativa de la Gran Unidad Escolar, Inca Garcilaso de la Vega. Lo bueno. Cuando se le preguntó por qué utilizaron el grass sintético, afirmó que éste reduciría en gran medida costos en mantemiento y también porque se le puede dar más uso -ya que es una cancha para los escolares que practican a diario educación física - que a una cancha natural como el caso del monumental estadio Garcilaso? que no aguanta más de 3 entrenamientos a la semana- que además, según un cálculo aproximado, hizo gastar alrededor de 10 mil soles en mantenimiento. Lo malo. Según estudios realizados por expertos en salud, el uso de las canchas sintéticas podría producir cáncer por la cantidad de plomo que contiene, además de las lesiones que pueden sufrir los jugadores ya que esta no amortigua las caídas como una cancha natural sin contar con las posibles quemaduras de primer grado que produciría al momento de hacer las “barridas” y las ampollas que les producen en los pies, que les obligaría a cambiar los “chimpunes por otro tipo de zapatillas.