Luego de asistir al “Kun” Agüero en el primer gol para la albiceleste, la colisión con Gary Medel y la tarjeta roja para ambos, no le cayó en gracia a Lionell Messi, a pesar de las protestas al juez paraguayo Mario Díaz de Vivar.
Fuera del campo, Medel siguió hostigándolo hasta cerca de los camerinos, así que Messi se sacó la cinta, saludó a Arturo Vidal, se fue al vestuario y hasta irse de la cancha no se lo vio más.
Enfurecido por la expulsión, no fue a la premiación a recibir la medalla del podio. Aunque toda la selección argentina posó con el cartel del tercer puesto, no estaba su 10, nunca apareció a pesar de las llamadas.
Dándole la espalda a la premiación, Messi demostró que este suceso no se le olvidará rápidamente.
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