El interés de Boca Juniors por ficharlo es real. Pero mientras termina de definirse su situación, Luis Advíncula tiene que cumplir con sus obligaciones en Rayo Vallecano. Es así que este lunes, el peruano se presentó las pruebas médicas en la Ciudad Deportiva de la entidad.
Advíncula, de 31 años, tiene contrato hasta 2023 con el Rayo Vallecano que en 2019, con el equipo en Segunda, hizo una fuerte apuesta por el jugador al pagar tres millones de euros al Tigres mexicano.
Tras dos temporadas en Segunda, el ascenso a Primera ha devuelto a Advíncula la posibilidad de mostrarse en el escaparate de la máxima categoría española, algo que podría no ocurrir porque la intención del peruano es la de marcharse a Boca Juniors.
Las negociaciones entre los clubes están en marcha tras la oferta de Boca Juniors y el Rayo ya ha mostrado su predisposición a traspasar al jugador siempre que la cuantía económica sea considerable, aunque no se alcance la cláusula de rescisión.
De momento, y hasta que se resuelva su futuro, Advíncula, que disputó la Copa América con Perú, deberá comenzar la pretemporada con el Rayo y presentarse mañana, martes, al primer entrenamiento sobre el césped de la Ciudad Deportiva.
Advíncula llegó al Rayo en 2019 y, desde entonces, ha disputado 107 partidos oficiales con el equipo madrileño. Antes, el ‘Rayo’ fue parte de Sporting Cristal, Juan Aurich, Hoffenheim, Ponte Preta, Vitoria Setubal, Bursaspor, Newell’s Old Boys, Tigres y Lobo BUAP.
Con información de EFE.