Barcelona buscaba de manera desesperada llegar al descuento ante el Eintracht Frankfurt, en la vuelta de los cuartos de final de la Europa League, pero hasta ahora no hay precisión en ataque. En la segunda parte, los ‘Azulgranas’ se ilusionaron con la opción de descontar de penal, aunque el VAR determinó que no hubo falta, tras los problemas que se evidenciaron durante la revisión.
Todo ocurrió sobre los 56 minutos, cuando Rafael Santos Borré sacó el balón de su área y, de inmediato, los jugadores del club español reclamaron que el delantero utilizó la mano. Pese a ello, el árbitro portugués Artur Soares Dias no consideró que hubo falta y permitió que la acción siga con su desarrollo.
No obstante, 90 segundos después, el juez central paralizó el cotejo en el Camp Nou, puesto que recibió un llamado desde el VAR, ante la posible infracción del colombiano. Poco después, el colegiado se acercó hasta la mitad del terreno de juego, donde se ubicaba el monitor, con la intención de revisar lo ocurrido.
Sorpresivamente, Artur Soares Dias se quedó estático, al costado de la línea lateral, a la vez que su cuarto asistente le brindaba una explicación. Luego de unos instantes, se entendió claramente lo que había sucedido: había problemas de comunicación del árbitro con los integrantes del Video Assistant Referee.
Incluso, debido al inconveniente, la jugada de Rafael Santos Borré no podía ser chequeada en el monitor habitual y el juez tuvo que utilizar una pantalla más pequeña. Tras unos instantes de análisis, el colegiado determinó que no hubo penal, para lamento de todos en Barcelona, y pidió arreglar su micrófono, para evitar más problemas en las notificaciones.