Raúl Fernández: “A los niños también hay que enseñarles a perder”
Raúl Fernández: “A los niños también hay que enseñarles a perder”

 defiende a muerte la camiseta de  bajo los tres palos, aunque sabe que su partido más importante lo juega en casa, con sus cuatro hijos. Educarlos y convertirse en un modelo a seguir para ellos, esa es su premisa máxima. Por ellos es que a los 32 años se decidió a emprender un objetivo, trascender de forma útil. ¿Cómo? Formando nuevas figuras en un deporte que a él le encanta, pero que, sobre todo, sirve para formar valores y hacer futuras buenas personas.

¿Qué te impulsa a salir de tu zona de confort y emprender?

En realidad es algo bien duro, un nuevo reto en mi vida. Digo duro porque trabajar con niños, formarlos, es un trabajo bastante arduo, pero muy gratificante. Tengo cuatro hijos: tres hombres y una niña y veo cómo van creciendo y les encanta el fútbol. Sé también por experiencia que esta disciplina es una oportunidad para formar una personalidad en base a valores que los haga en un futuro seres humanos de bien. Por eso es que hice mío este nuevo reto.

Arriesgar tiene consecuencias, como el fracaso... 

Exacto, pero el que no toma las decisiones no sabe si pierde o no. Hay que arriesgar. Yo soy una persona que, aunque no creas, me toma mucho tiempo estas decisiones. El tratar de ayudar a los chicos a tener una formación completa, que vaya más allá de lo deportivo. Mi esposa es el eje importante detrás de esto. Ella es la pieza fundamental para que esta escuela funcione y camine a lo que apuntamos. Estamos rodeados de un grupo humano muy importante y de experiencia comprobada.

El Perú es un país futbolero, pelotero, pero nos cuesta el rigor y la disciplina. ¿Cómo trabajar eso en los pequeños? 

Mi proyecto es global, apunta más que nada a inculcar valores, disciplina y tratar de hacer un cambio en las nuevas generaciones. Que lo que aprendan aquí no solo les sirva si quieren ser futbolistas profesionales, sino que les sirva para la vida. Nosotros ayudamos, por ejemplo, a que los chicos traten de estar desprendidos de la tecnología, de todo lo electrónico y practiquen deporte, que interactúen y jueguen. Que entiendan que ser disciplinados y responsables te ayuda en tu vida cotidiana, en el colegio, en el estudio, incluso para cumplir tus sueños. Si los niños captan eso teniendo al fútbol como excusa, entonces soy feliz porque encontré la manera de trascender.

¿Qué necesitan si quieren ser futbolistas?

La psicomotricidad: la delgada y la gruesa. Hay niños o chicos que, a veces, te sorprende que no sepan correr. Uno se asombra. A esta edad, los chicos no van a entender temas de tácticas, por ejemplo. A esta edad se trabaja más la técnica para cualquier ejercicio básico.

¿Tus hijos también tienen el ADN de la pelota? ¿Los incentivas?

Depende de ellos si quieren ser futbolistas profesionales. Les digo que no es fácil. Aquí nosotros trabajamos con nutricionistas, charlamos con los padres. El futbolista tiene que ser un atleta. La alimentación es el combustible del deportista y por ahí también los agarro a mis hijos. Aprovecho también para que entiendan bien que alimentarse correctamente es indispensable.

¿Hay que enseñarles a los niños desde muy pequeños que hay que ganar siempre?

Pero también hay que enseñarles a perder. Ellos están siempre compitiendo. Te lo digo porque tengo cuatro niños. Desde que se despiertan hasta que se acuestan. Hay que enseñarles que en la vida no se gana siempre y que sepan controlar sus emociones. Eso les ayudará a madurar, a controlarse y, en un futuro, a lidiar con la presión sea cual sea la profesión que elijan.

De las derrotas se sacan mejores conclusiones... 

Sí, es muy cierto. Perder te hace ver tus debilidades y desde pequeños hay que enseñarles a que las puedan corregir.

¿Qué consejo les darías? 

Para que lleguen a ser futbolistas profesionales, lo más importante es la disciplina y la humildad. Con esos pilares, ellos pueden encaminar su carrera.

Perfil

Raúl fernández. Futbolista profesional. Es el primer arquero de Universitario de Deportes y ha jugado para otros cinco clubes, dos de ellos en el extranjero: Dallas FC y Olympique de Niza.