Uno de los mayores sueños de todo niño es ser futbolista profesional, jugar en un equipo importante y ser ovacionado por millones de personas. Sin embargo, para Manuel Robles, la realidad es muy distinta. En el 2006 disfrutaba al colocarse los chimpunes para competir en las canteras del Cantolao, pero al final, el mar lo atrapó y nunca pudo dejarlo. Así, optó por el surf en lugar del fútbol e inclusive, rechazó una oferta del Real Madrid. Esta es su peculiar historia
- ¿Cómo se dio ese cambio del fútbol a la tabla?
Cuando mi familia quería ir de vacaciones a San Bartolo. Ahí querían tomar la decisión de que me vaya a España a jugar fútbol o me quede acá con todos ellos. Si me mandaban tenía que ir solo. Cuando llegué al balneario vi el mar y cómo las personas corrían, de la nada observé a un señor ‘volar’ y yo también quería hacer eso. Me metí al mar, le pedí la tabla a un señor. Me paré y fue una sensación súper divertida, que nunca la había sentido. Tuve una emoción muy fuerte y salí corriendo a decirle a mi papá que quería montar tabla, ya no quería jugar fútbol.
- ¿Y qué te respondió?
Se sorprendió y medio que se molestó, “¿Cómo vas a cambiar el futbol por el surf?”, me dijo y no quería. Ya cuando pasó el tiempo, practicaba más tabla que fútbol. A él no le gustaba mucho la idea porque como que yo tenía un futuro en el fútbol, pero al final tuvo que aceptarlo y me está apoyando mucho. Me está yendo muy bien.
- Estuviste en las canteras de la Academia Cantolao, ¿verdad?
Sí, primero empecé en Monterrico y luego me fui al Callao.
- ¿Cómo se dio lo del Real Madrid?
En Cantolao hacían una selección que se iba a Europa. Llevaban a dos de cada sede para hacer un equipo y después de dos años se iba a España y ahí te observaban. Cuando yo me iba a ir habían venido agentes españoles, incluyendo del Real Madrid. La cosa es que a mi papá le llegó un correo a principios del 2016, que me habían visto, me querían llevar al Real Madrid y yo le dije que no quería.
- ¿No eras seguidor del club?
Es que yo, en ese tiempo, no quería porque era recontra hincha del Barcelona, no quería saber nada del Madrid. En ese entonces Neymar jugaba ahí y era mi jugador favorito.
- ¿A qué edad tomaste la decisión de dejar el fútbol?
A los 10 años. Yo vivía en La Molina e íbamos todos los veranos en San Bartolo. Después tomamos la decisión de quedarnos en San Bartolo, ya que yo solo quería correr tabla.
- Después de ello, ¿te metiste a alguna academia de surf?
Hubo un tiempo que entraba para divertirme, después me metí a una academia que te enseña a corregir tu parada, a la hora de remar, cómo voltear, se llamaba Vía Surf, allá en San Bartolo y me matricularon con diferentes entrenadores, que te enseñaban cosas más avanzadas. Hasta el día de hoy, un coach me corrige y me ayuda.
- ¿Has probado otras modalidades del surf?
He probado longboard y paddle, y, la verdad, no me gusta nada. Es que siento que es muy aburrido. Me gusta pararme y hacer cualquier locura y salir volando, caerme.
- ¿Cómo es tu rutina de entrenamiento?
Depende del mar. Cuando está buenazo entro dos veces al día. Cada entrada es de tres horas y después de correr me voy al skatepark a montar skate y ya luego, estoy con mis amigos divirtiéndome. A veces me voy a jugar una ‘pichanga’ con ellos.
- ¿En qué playa sueles entrenar?
El 80% es San Bartolo, pero me gusta recorrer otras playas, en San Bartolo tengo todo, tengo una ola que es Peñascal, luego la playa Huayco que es de piedra y en unos minutos tengo Santa María, que es playa de arena.
- ¿Y en la Costa Verde?
Las únicas playas que me gusta de ahí son Redondo, Punta Roquitas y Pampilla.
- Imagino que no puedes dejar de meterte al mar...
Sí, si algún día no hago nada, me duele la cabeza, si un día no me meto al mar, me siento como un tonto, un vago que no ha hecho nada todo el día. Me siento mal.
- ¿El deporte siempre estuvo presente en tu familia?
Sí mi papá siempre me decía: “practica el deporte que quieras, pero hazlo bien”. Me metió en natación, tenis, futbol, me quería meter en vóley, pero a mí no me gustaba. Somos nueve hermanos, pero cuatro corremos tabla, todos tenemos tabla. Los demás son los que se la pasan estudiando. Mi papá empezó a hacer deportes, pero no surf, él hace atletismo. Igual, todos aquí hacemos deporte.
- Cuéntame, ¿quién te regaló tu primera tabla?
La primera tabla que tuve la compramos, pero la que me regalaron fueron los de Motorola, justo hace un par de días. Es una tabla increíble, yo me compré una de esas hace como un año, pero le tuve que decir adiós porque ya era mucho más pequeña. Me dieron una de Javier Huarcaya que es un shaper reconocido. Estoy super agradecido por eso.
- Fuiste campeón con Perú en el Sudamericano Infantil 2021, ¿cómo fue la experiencia?
Fue increíble, cuando me dijeron que iba a ir a Colombia, estaba feliz porque nunca había tenido la oportunidad de salir del país. Esa vez, representé al Perú y estaba super nervioso porque no quería ir y perder en la primera ronda. Cuando llegué había bastante calor, no soportaba el calor, las olas eras chiquitas, pero logré llegar a la final. Yo quedé subcampeón en mi categoría por poco.
- ¿Qué se viene este año para ti?
Es el mejor año, ya que me seleccionaron para ir al Mundial ISA Junior en mayo (El Salvador), y, la verdad, no lo esperaba. No esperaba que tan pronto de un sudamericano vaya a un Mundial, y se me presentó la oportunidad. Voy a ir a correr bien y tratar de hacer las cosas bien.
- ¿Tienes comunicación con algunos de nuestros surfers nacionales?
Sí, hay un detalle que, a los 11 años, Sofía Mulanovich tuvo un proyecto que enseñaba niños. Yo entré y estuve con ella, nos veíamos todos los días. Iba a su casa, comíamos ahí y nos íbamos a la playa. Sigo teniendo comunicación con ella. Con Piccolo Clemente también. Lo he visto, no le hablo mucho, pero la rompe en longboard.
- ¿Seguiste los Juegos Olímpicos?
Sí. Estaba muy emocionado porque estaba Lucca Mesinas y Miguel Tudela, quería ver hasta donde llegaban. Tenía fe, pero estaban con los dos campeones mundiales brasileros (Gabriel Medina e Ítalo Ferreira).
- ¿Cuál es tu sueño?
Una de mis objetivos es llegar al CT (Championship Tour), que es la mejor liga de surf, donde ahora está Lucca (Mesinas) y representar al Perú en los Juegos Olímpicos.
- ¿Qué sientes al ser parte de la campaña Power to Empower de Motorola?
Nunca lo esperaba, yo veía los campeonatos que Motorola regalaba celulares y decía: “Nunca me voy a ganar ninguno”, y después me escribieron que me querían dar uno y hacerme un video. Mi papá siempre me dijo que todas las cosas pasan por el esfuerzo que uno hace, porque yo siempre he tenido una tabla y esa tabla la he tenido hasta que no dé más, sacarle lo último, siempre tenía los wetsuits 2 o 3 años, Hasta rotos. Motorola me dio todo.
Power to Empower: llegó el momento de liberar tu poder
Todas las personas tienen el poder de marcar la diferencia en este mundo y ese poder está a la espera de ser liberado. Los teléfonos juegan un papel protagónico en nuestras vidas, nos conectan como nunca, y tienen la capacidad de empoderar a la próxima generación de pensadores, innovadores y generadores de cambios. Esta idea ha inspirado a Motorola a abrir paso a un nuevo momento para la marca, mediante el lanzamiento de una nueva plataforma global de marca: Power to Empower.
Como parte de la campaña, se lanza la serie Tech with Heart, donde la marca comparte historias auténticas de usuarios reales de Motorola, que cuentan cómo la tecnología les permite perseguir sus pasiones, utilizar sus voces y lograr sus objetivos. Con estas historias, la compañía busca reafirmar que la tecnología es para todos y que cuando se aplica bien puede empoderar tanto a las personas como a sus comunidades para lograr su mayor potencial.
En el caso de Perú, la historia que se cuenta es la de Manuel Robles, un muchacho que disfruta del deporte. Inició en el fútbol como la mayoría de peruanos, Pero algo sucedió que lo llevó al surfing. Ahora, la marca apoya a esta promesa del deporte, que sueña con dejar en lo más alto al país en torneos internacionales, como el Mundial ISA Junior, a realizarse desde el 27 de mayo en El Salvador.