De la noche a la mañana, la buena relación que reinaba entre el técnico Ángel Comizzo y la Administración Temporal de Universitario se resquebrajó. Todo se cayó cuando hace algunos meses la doctora Rocío Chávez, muy suelta de huesos, reveló a través de la prensa que el entrenador argentino no era “irreemplazable”, ante la incomodidad del “Indio” por la demora de los refuerzos “extranjeros”.
Sin piso. Meses después, los magros resultados obtenidos en la Copa Libertadores y en el Torneo del Inca agravaron la situación entre ambas partes. Los resultados desacreditaron al comando técnico del argentino, quien no volvió a sentir el respaldo de la Administración Temporal ante la lluvia de críticas. El último empate ante FBC Melgar (1-1) el pasado sábado en el Nacional fue la gota que rebalsó el vaso.
Se iría. Comizzo, quien muchas veces desechó ofertas como la del Morelia de México por seguir con el plan de trabajo establecido con la directiva, se quedó prácticamente solo junto a su grupo de futbolistas luchando contra los cuestionamientos. Esto no gustó al comando técnico, que ha pensado en dar un paso al costado antes de que la Administración Temporal se atreva a ponerle plazos y no apoyarlos en esta crisis en la que están sumergidos.