Contra el reloj. El Gobierno enviará al Congreso un proyecto de ley (PL) con carácter de urgente para modificar la Ley del Sistema Concursal para ampliar el plazo de liquidación en marcha de La Oroya, según adelantó ayer la ministra de Justicia, Marisol Pérez Tello.
Ello, porque el 27 de este mes se vence el plazo de la liquidación en marcha de La Oroya.
El Congreso aprobó una ley que otorgó un plazo de un año para la liquidación en marcha del complejo metalúrgico, además de un año adicional.
Pérez Tello dijo que quedó claro que esa liquidación en marcha puede demorar más allá del plazo otorgado.
Refirió que el PL busca que los mismos acreedores (a quienes debe Doe Run Perú-DRP) podrían decidir prorrogar hasta por cuatro años la liquidación en marcha.
REUNIÓN. En tanto, la Junta de Acreedores de DRP (dueña de la refinería de La Oroya) evaluará hoy la propuesta de ampliación del convenio de liquidación en marcha planteado por el liquidador DIRIGE.
Pablo Peschiera, presidente de DIRIGE, señaló que en la reunión anterior (febrero) se expuso y se aprobó el informe liquidador que presentó a la Junta de Acreedores, por lo que en la cita de hoy se estaría decidiendo la modificación del convenio de liquidación, además de aprobar las bases para un contrato de venta.
POLO INDUSTRIAL. Al respecto, el expresidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), José Miguel Morales, dijo a Correo que el mayor problema del proceso de liquidación es la carga laboral.
En ese sentido, recomienda que una forma de solucionar ese gran problema es vendiendo la unidad minera Cobriza, también propiedad de DRP, para con ello pagar a los trabajadores.
Enseguida, recomendó liquidar la empresa y sacar la refinería de La Oroya para instalarla en la costa y poder tener una operación más barata.
“De esa forma, se deja libre La Oroya, que es el paso obligado que comunica el centro del país con la capital, y se podría instalar allí un centro o polo de desarrollo industrial- comercial, de modo que se puede emplear a muchos de los trabajadores de la refinería”, comentó.
Indicó que en La Oroya se puede desarrollar una industria de componentes eléctricos, entre otros. “También puede ser un gran complejo comercial, evitando una mayor contaminación en una ciudad estratégica”, agregó.
HISTORIA. En octubre de 1997, Doe Run Company adquirió el Complejo Metalúrgico de La Oroya por $247.9 millones, luego de un proceso de subasta pública. En 1998 también compró al Estado Peruano la mina Cobriza.
DRP tuvo problemas financieros para cumplir con el Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA), básicamente para el circuito del cobre, al tiempo que dejó de cancelar a sus proveedores de concentrados de minerales, al punto que estos últimos le negaron más abastecimiento mientras no les cancelara.