Esta medida alentaría la creación de un mercado negro y, por ende, de más informalidad, y un gran número de mypes desaparecerían, señala AETT Perú (Foto referencial: Adecco)
Esta medida alentaría la creación de un mercado negro y, por ende, de más informalidad, y un gran número de mypes desaparecerían, señala AETT Perú (Foto referencial: Adecco)

Ocho de cada diez empresas en el país optan por la tercerización y el 90% de ellas se vuelven más productivas, según la Asociación de Empresas de Tercerización y Trabajo Temporal del Perú (AETT Perú).

Sin embargo, esta actividad hoy está en riesgo debido a que el Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo (MTPE) contempla su prohibición como parte de la polémica “Agenda 19”, que fue presentada hace poco en la Comisión de Trabajo del Congreso.

“En la gran mayoría de los Gobiernos el tema de la tercerización siempre ha estado en la agenda por presiones naturales de los trabajadores, porque consideran que esta afecta sus derechos laborales”, dice Julio Villalobos, abogado laboralista, asociado de Miranda & Amado.

Sin embargo, indica que lo que corresponde es hacer un análisis profundo para combatir ciertos aspectos negativos; así como fortalecer la labor de la Sunafil”, precisa.

PROBLEMAS

Asegura que prohibir la tercerización de servicios puede generar un problema de forma o constitucional que tiene que ver con el derecho de libertad de empresa; alentaría la creación de un mercado negro y, por ende, aumentaría la informalidad y sacaría del mercado a un gran número de mypes que brindan servicios de tercerización.

Villalobos coincide con Gonzalo Torres, gerente de Mantenimiento del grupo Eulen Perú, en que el Gobierno debe enfocarse más bien en reducir la informalidad.

IMPACTO

Torres recuerda que la tercerización de servicios es viable únicamente cuando hay labores que no estén relacionadas directamente con el ‘core business’ (negocio principal) de la empresa.

Indica que, pedirle a una compañía grande, como un banco, e incluso a una mipyme que ya no tercerice sus servicios de mantenimiento, seguridad, recursos humanos, logística, entre otros, tendría un impacto monetario importante. “Este gasto extra repercutiría mucho en los emprendimientos y negocios que están reinventándose ante el impacto de la pandemia”, enfatiza.