El retiro adelantado de fondos de los diversos afiliados a la AFP, aprobado por el Poder Ejecutivo y el Congreso de la República durante la pandemia del COVID-19, influyó en la rebaja de calificación de la deuda en moneda extranjera a largo plazo del Perú por parte de Standard & Poor’s Global Ratings (S&P), desde ‘BBB+’ a ‘BBB’, la segunda calificación más baja en grado de inversión.
“En parte como efecto secundario de los retiros de pensiones relacionados con la pandemia, la mayor dependencia del financiamiento externo en 2020 y 2021 provocó cambios en la composición de la deuda de Perú, lo que llevó a un perfil de deuda actualmente más vulnerable”, se lee en el comunicado de S&P Global Rating.
Al respecto, el exministro de Economía, David Tuesta, explicó que además de la crisis política, en la decisión de la calificadora, que afecta a todos los peruanos, pesó el hecho de que se permitan retiros de fondos de AFP.
“Entre 2020 y 2021, el Parlamento y el Ejecutivo aprobaron cinco retiros de fondos de los afiliados a las AFP por S/ 65,923 millones, equivalente al 8.1 del Producto Bruto Interno (PBI). Esto ha hecho que se gaste ese gran ahorro, por lo que ahora prestarle dinero al Perú es percibido como más riesgoso”, detalló.
En ese sentido, Tuesta mencionó que esta medida afectará a todos los peruanos porque “se encarecen los créditos”. Agregó que si el Congreso sigue terco en aprobar más retiros, “nos espera un escenario económico muy complicado”.
Con esta última decisión de S&P Global Rating, las tres grandes calificadoras han bajado su calificación crediticia a nuestro país en los últimos seis meses.
En setiembre del año pasado, Moody´s tomó la decisión de hacerlo, lo que significó la primera rebaja de calificación crediticia para Perú en 20 años.
Poco después, en octubre de 2021, Ficht Ratings hizo lo mismo al rebajar la calificación de la deuda peruana en moneda extranjera por la erosión gradual de la fortaleza fiscal, tensiones políticas y una expectativa de crecimiento más baja de la economía.