Jaime Guardia: "“Arguedas venía a mi casa y hacíamos un dúo”"
Jaime Guardia: "“Arguedas venía a mi casa y hacíamos un dúo”"

Para don Jaime Guardia el charango es el amigo cómplice con quien se entiende a la perfección. Juntos hacen grandes conciertos. Enamoran al público, pero sobre todo colocan el folclor peruano en lo más alto. “Mis primeras giras fueron a Chile y nunca sentí rivalidad alguna. Al contrario, siempre me trataron muy bien. Les gustaba lo que tocaba”, recuerda el gran charanguista de 82 años.

¿Desde cuándo le gusta la música folclórica?

Recuerdo que de muy niño. Creo que tenía seis o siete años. Yo soy de Villa de Pauza en Ayacucho, y a las reuniones de mi casa asistían viejos músicos. Tocaban la quena, el charango y todo lo que me gusta ahora.

¿Ahí se anima a tocar el charango?

En verdad empecé con la quena, pero no me gustó mucho. También toqué guitarra, pero al final me enamoré del charango. Con él los sonidos son diferentes.

¿Cuál es su sentimiento al tocarlo?

Felicidad. Aprendí solo. Practicaba todos los días. Cuando tenía diez años ya lo dominaba. Tocaba huaynos, yaravíes y música de los carnavales. Ah y también cantaba mucho.

¿Hay algo que le guste más que la música?

Bueno está relacionado, pero me gusta mucho dar clases. Enseñé por más de 30 años en la Escuela Nacional del Folclor. Hasta hoy en día me visitan chicos y personas mayores para saber más.

Tiene más de 70 años en la música ¿cómo ve el folclor nacional?

Está bastante distorsionado. Me refiero a cuando tratan de modernizarlo, pero le cambian el ritmo y deja de ser auténtico. Ya no es el huayno o lo que se cantaba en el pueblo.

¿Qué se debe hacer?

Mantener lo tradicional. Hay mucha improvisación en el folclor. Hay fusiones, pero eso ya no es lo que tocaba antes el pueblo y yo personalmente prefiero eso.

Tiene varios cuadros y fotos con José María Arguedas en casa, ¿qué recuerdos de él?

Los mejores. Éramos muy amigos. Él venía a mi casa y hacíamos un dúo. Cantaba muy bien mientras yo tocaba el charango. (Hay emoción en sus ojos).

De pronto hay una pausa. El maestro, quien está un poco delicado de salud debe guardar fuerzas para este sábado 28, pues la agrupación “Encantos Andinos” y la cantante Pepita García le harán un homenaje en el Gran Teatro Nacional.

Se le pregunta por este tributo y nuevamente la emoción regresa a él. Una sonrisa tranquila domina su rostro. Entonces, un amigo suyo le alcanza un charango y se pone a tocar “Ojos azules”, sentado en la sala donde se hacía la entrevista. Y mientras mueve suavemente sus dedos en la cuerda, don Jaime posa muy amable para el lente de la cámara fotográfica.