A siete meses del Estado de Emergencia y las primeras reprogramaciones de créditos en el sistema financiero, muchas empresas todavía no han recuperado su nivel de ventas y tendrán que empezar a pagar sus deudas o buscar nuevas renegociaciones.
Según Javier Ichazo, gerente general de Mibanco, hasta el mes de agosto, el 82% de la cartera de créditos que reprogramaron ya está cumpliendo con sus pagos y sí se ha registrado un deterioro en la cartera, pero consideró que es menor de lo que esperaban.
“Hoy el portafolio todavía tiene créditos con periodos de gracia que hasta setiembre no han vencido, para octubre y noviembre recién estarán venciendo y ahí se verá si pueden pagar o no. Calculamos que para noviembre ya tendremos el 80% a 85% del portafolio pagando. Hasta hoy, se viene comportando mejor de lo que esperábamos”, precisó.
Además de reprogramar y congelar cuotas, agregó que hicieron descuentos que les dieron buenos resultados. No obstante, seguirán realizando provisiones voluntarias para evitar riesgos. “Si se nos pasa un poco la mano, no importa, pero queremos estar tranquilos”, comentó.
Las provisiones y los plazos
De acuerdo con Víctor Orbezo, vicepresidente de Riesgos de BanBif, a nivel del sistema financiero, sí se ha registrado un incremento de los niveles de provisión, debido a la probabilidad de incumplimiento. Sin embargo, consideró que las entidades también deberían de contactar a los clientes y si la situación en que están lo permite, ofrecer alternativas adicionales.
“Consideramos que es probable que el nivel de incumplimiento a nivel del sistema financiero se incremente en los siguientes meses, debido a que las primeras y segundas reprogramaciones están por vencer y las entidades financieras ahora deben contactar a los clientes para coordinar los pagos”, sostuvo.
Para Joel Siancas, presidente del directorio de Caja Sullana, lo principal es que los negocios logren reactivarse ya que, fuera de los negocios de alimentos, las actividades comerciales se han visto afectadas y venden apenas entre 28% y 55% de su facturación preCOVID.
“Sí vamos a salir de esto, pero se va a demorar más de lo que se piensa. Hay que ser realistas y darles facilidades a las entidades financieras. Al exigirle provisiones a las entidades, estas van a presionar a los clientes. Reactiva y las normas que se dieron se basaron en una cuarentena más corta y el reinicio se ha demorado más”, apuntó.
Por ello, consideró que los plazos de Reactiva debieran ampliarse de oficio por parte del Ministerio de Economía y Finanzas y el Banco Central de Reserva, de uno a dos años, por lo menos, como plazo de gracia y cancelarse en los dos años siguientes.