(Foto: Archivo El Comercio)
(Foto: Archivo El Comercio)

Luego de que el Ministerio de Salud aprobara los “Lineamientos para la vigilancia de la salud de los trabajadores con riesgo de exposición al COVID-19”, las organizaciones que van a retomar sus operaciones en el Perú tienen que presentar un “plan de acción” sobre las medidas que van a implementar en sus organizaciones para evitar la propagación del virus.

En ese sentido, el decano de la Facultad de Ingeniería de la universidad ESAN, Javier Del Carpio, señaló que, dependiendo del número de trabajadores en las organizaciones, se hará necesario designar a un encargado de proponer este plan, implementarlo y supervisarlo.

“En la medida que en las organizaciones hayan más de 20 trabajadores, estas deberán contar con un comité que administre dicha labor, en consecuencia, tendrán que contratar a especialistas para que capaciten a sus trabajadores en esta tarea, o asesores externos que los orienten en este plan de prevención”, explicó.

Sobre las políticas para importación y exportación, el especialista dijo que las organizaciones vinculadas al comercio internacional como la Organización Mundial del Comercio (OMC), ya están proporcionado algunas guías de trabajo relacionadas con las operaciones de importaciones y exportaciones a nivel mundial.

“Uno de los rubros en los cuales habrá una mayor exigencia será en la importación y exportación de alimentos, aquí la FAO (Food and Agriculture Organization, perteneciente a las Naciones Unidas) establecerá alertas sobre qué tienen que realizar las empresas para asegurar la cadena de seguridad alimentaria”, agregó.

Precisó que las medidas para evitar que los trabajadores no sean infectados, o los mecanismos y certificaciones que se deben implementar en las empresas, harán más onerosos dichos procesos. Por lo tanto, las empresas deberán ser más eficientes, para no trasladar dicho incremento de costos a sus clientes, porque de hacerlo, estas compañías se tornarán menos competitivas.

Por último, agregó que no solo se trata de un tema de costo, sino también de tiempo, porque probablemente los importadores, en algunos casos, exigirán a sus proveedores extranjeros la aplicación de algunos protocolos que pueden incluir pruebas de laboratorios o cuarentenas, para verificar que los productos recibidos, no expondrán a los clientes de los importadores a posibles contagios por COVID-19.