Control de oficio a fusiones empresariales le agrega incertidumbre al panorama de crisis. (Foto: Pixabay)
Control de oficio a fusiones empresariales le agrega incertidumbre al panorama de crisis. (Foto: Pixabay)

Por María Claudia Medina

Un dictamen aprobado el último miércoles durante una sesión de la Comisión de Defensa del Consumidor del Congreso trajo consigo importantes cambios a la Ley de Control Previo a las Fusiones y Adquisiciones Empresariales, que los especialistas advierten vuelve más impredecible su aplicación.

En principio, la norma debía aplicarse en el mes de agosto, pero fue aplazada por el Ejecutivo hasta marzo de 2021, debido a la pandemia. Sin embargo, de aprobarse este dictamen en el Pleno del Congreso, se podría empezar a aplicar 30 días después de su publicación.

Mario Zúñiga, Líder de Mercados y Competencia de EY Law, considera que es poco serio para los agentes económicos que ya habían asumido que la norma entraría en vigencia el próximo año y que adelantarlo también complicaría innecesariamente a Indecopi.

“Si bien Indecopi puede estar listo relativamente rápido, tampoco es que podrá hacerlo en un mes. Se necesita mayor presupuesto, contratar personal y entrenarlos, porque los especializados en materia de competencia no abundan. Es complicado”, explicó.

EVALUACIÓN DE OFICIO

Uno de los principales cambios es brindarle a la Secretaría Técnica de la Comisión de Defensa de la Libre Competencia la facultad de intervenir en cualquier adquisición que considere como riesgosa para la competencia en el mercado, aunque esta se encuentre fuera de los márgenes por valor de ventas o ingresos brutos que estableció la ley en vigor.

“Un sistema de umbrales objetivos, basado en volúmenes de ventas anuales como es el caso peruano, le otorga predictibilidad y estabilidad al sistema: todos los actores conocen de antemano cuáles operaciones requerirán ser notificadas. Con esta modificación, se introduce un elemento de subjetividad y arbitrariedad que le resta credibilidad al sistema y que ciertamente afectará las inversiones”, indicó Carlos Patrón, socio de Payet, Rey, Cauvi, Pérez Abogados.

Para Zúñiga, estos cambios pueden no afectar operaciones empresariales fundamentadas en un largo plazo, pero sí podrían disminuir las adquisiciones que estaban cercanas al margen permitido o aquellas donde el costo del procedimiento escapa a lo que se tenía previsto.

Además, consideró que, ante un contexto económico en el que muchas empresas pueden cerrar, la forma más suave de llevar este proceso es mediante una adquisición.

“En un escenario de quiebras, no quisiera ponerle trabas excesivas a operaciones que van a permitir rescatar algunas empresas. En algún mercado, ¿puede ocurrir una concentración grave? Sí, puede ser, pero una quiebra muchas veces no le conviene tampoco a los consumidores, puede haber obligaciones pendientes. Entonces, eso se da de una manera más suave o menos brusca cuando hay una fusión antes que una quiebra”, advirtió.