La Asociación de Bodegueros del Perú (ABP) reportó que las bodegas enfrentan pérdidas de más de S/ 15 millones debido a la paralización del 5 de abril y el alza de precios.
El negocio de las bodegas consiste en la compra de bienes (muchos son productos de primera necesidad; y algunos, perecibles), lo cual le exige al empresario contar con liquidez o capital de trabajo, para realizar la rotación de sus productos de manera diaria o interdiaria, afirma Brenda Silupú, profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universidad de Piura.
Con el alza constante de los precios, el capital de trabajo de los bodegueros ha sido afectado. Ahora no les alcanza el dinero para reponer sus productos y han tenido que disminuir sus compras. “Esto ha generado que trasladen este mayor costo a los precios en sus productos”, indica Silupú.
Además, el reajuste constante de los precios hace que los clientes busquen opciones más económicas, lo cual perjudica a los comerciantes que tienen un ‘sobrestock’ de productos costosos, lo que les genera mayores pérdidas, si no los venden antes de su vencimiento, detalla la economista.
Por eso, muchas bodegas han cerrado. En el último mes han sido alrededor de 9,000, según la ABP, lo cual representa un 4% de las que hay en el país. Esta cifra de cierre es mayor a lo que se registraba antes de la pandemia.
Asimismo, refiere Silupú que la falta de liquidez y menor rentabilidad de los negocios también complica los compromisos de pago de los comerciantes. “Las bodegas pueden realizar el esfuerzo de comprar los mismos productos a un mayor precio; sin embargo, no esto no les garantiza que sus clientes los compren”.
Por otro lado, el toque de queda, las marchas y el paro de transportistas siempre traen consecuencias negativas. En el caso del primero, las familias, trabajadores y empresas no pueden realizar sus actividades en un día laborable lo que paraliza la actividad económica.
Existe un alto porcentaje de mypes que sobreviven de las ventas del día a día y también hay trabajadores informales que viven de sus ingresos diarios; ellos no pudieron vender ni obtener dinero para cubrir sus gastos del día, comenta.
Soluciones inmediatas
Para no dejar que el alza de precios y algunos conflictos sigan perjudicando sus negocios, los comerciantes deben evaluar diariamente la venta de sus productos y determinar qué comprar o no. También, la economista recomienda que pregunten a sus clientes sus preferencias o trabajen las ventas en base a pedidos; o, pueden otorgar descuentos no solo por volumen de compra sino también por frecuencia de esta.