EIA de Hidrovía Amazónica recibió 400 observaciones
EIA de Hidrovía Amazónica recibió 400 observaciones

El Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de la Hidrovía Amazónica recibió más de 400 observaciones como parte de la evaluación del proyecto, que incluye 73 del Servicio Nacional de Certificación Ambiental para las Inversiones Sostenibles (Senace), 60 de cumplimiento obligatorio de la Autoridad Nacional del Agua (ANA) y del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas (Sernanp) y 272 de otras diez instituciones públicas.

Entre las instituciones que enviaron sus observaciones al Senace está la asociación civil Derecho, Ambiente y Recursos Naturales (DAR).

El proyecto, cuya titularidad es del consorcio Cohidro, fue concesionado por el Estado Peruano, busca mejorar el transporte fluvial en una extensión de 2,687 km en los ríos Huallaga, Marañón, Ucayali y Amazonas.

Según DAR, una observación reiterativa de las organizaciones de sociedad civil y algunas instituciones públicas que brindaron su opinión técnica, es que el área de influencia del proyecto se centra sólo en las zonas de dragado y depósito de sedimentos, a pesar de que el proyecto operaría en una extensión de 2687 km. y que los ríos amazónicos son dinámicos, van cambiando su curso en el tiempo.

El área de influencia que propone la empresa representa el 4% del área que, de acuerdo a criterios que consideran las complejas condiciones de los ríos, se debería establecer para proponer medidas efectivas a los impactos de la Hidrovía amazónica.

Por ello, en su informe, el Senace solicita se re evalúen los criterios para delimitar el área de influencia, y precisa que las respuestas que dé la empresa a las observaciones deben realizarse de manera concordante e integral. “Es decir, al modificar el área de estudio, se debe recoger la información social y ambiental de las nuevas áreas y, de acuerdo a ello, identificar correctamente los impactos”, detalló.

Un riesgo importante del proyecto, preocupación que nace desde el proceso de consulta previa del año 2015, es la afectación a la seguridad alimentaria de la población. Sobre este punto, el Senace solicita que se identifiquen y evalúen los impactos por pérdida de áreas de cultivo y que se reevalúen los impactos del proyecto en el ciclo de vida de los peces y el descenso en la pesca ribereña.