De acuerdo con el último informe del Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) sobre mercado laboral en Lima Metropolitana, en el trimestre móvil de julio a setiembre, más de 4.4 millones de personas formaron parte de la Población Económicamente Activa (PEA) y de ellas, 3.7 millones tienen alguna ocupación y 742 mil buscan empleo.
Para Silvana Huanqui, economista de la Escuela de Gestión Pública de la Universidad del Pacífico (UP), estas cifras deben compararse con los datos del trimestre de mayo a julio, cuando la PEA era de 3.5 millones de personas y solo 574 mil personas buscaban empleo.
“La PEA desocupada aumenta en 170 mil porque el mercado laboral aún no ha sido capaz de absorber a todas las personas que han salido a buscar trabajo. Hay muchas personas que antes decidieron no trabajar por el tema de la pandemia, esos han salido a trabajar y han generado esos cambios fuertes”, comentó.
Resaltó que el único segmento donde el empleo se eleva es en las empresas de menos de 10 trabajadores, que usualmente son informales o sirven como mecanismo de autoempleo.
“Ahora que el comercio electrónico está avanzado fuerte, el Estado puede incrementar la productividad de estas empresas. Dado que estamos con los esquemas de préstamos y garantías, dar algo así para que puedan invertir en gasto de capital”, precisó.
Propuestas y cambios laborales
Al inicio de la pandemia, el Gobierno lanzó el programa Arranca Perú con el objetivo de crear un millón de empleos temporales durante la ejecución de diversas obras públicas. Sin embargo, César Puntriano, abogado laboralista y socio del Estudio Muñiz, considera que estas medidas solo son paliativos y ayudarán solo temporalmente.
“El Gobierno ha hablado del pago de subsidios, de empleos temporales, pero no de ninguna propuesta concreta. Los programas de empleo temporal son paliativos que buscan reactivar la economía a corto plazo. Lo que se debe hacer es pensar en el mediano plazo”, sostuvo.
Consideró que el Estado podría evaluar bajar los costos laborales como el aporte a Essalud, que alguna vez se propuso para incentivar la contratación de jóvenes.
“Eso no puede significar que Essalud se quede sin fondos, habría que suplir esa falta de aporte con una inyección presupuestal. Lo otro sería generar un régimen con menos beneficios laborales de manera temporal”, refirió.
Respecto de la propuesta que prepara el Gobierno para subsidiar parte de las planillas como inventivo al empleo formal, comentó que los subsidios no crean nuevos empleos, sino que evitan la pérdida de los existentes. Además, señaló que las empresas que siguen sin operar, como gimnasios, cines o bares, van a requerir otras soluciones.