Gracias a la soya, estas mujeres hicieron real sus sueños y hoy nutren a los niños de su comunidad

Todo proyecto inicia con una pequeña idea que, con perseverancia y sacrificio, puede llegar a convertirse en una realidad. Así ha sido la historia de Alida Moquillaza Pizarro, una mujer oriunda de la provincia de Santa Cruz en Nasca, que ha logrado crear 'Soy Delicia' una microempresa de tortas y otros postres a base de la nutritiva soya.

Madre de 5 hijos y abuela de 3 nietos, Alida cuenta orgullosa de su emprendimiento. Sabe que como todo negocio nada es fácil y que al principio se tienen que hacer algunos sacrificios.

"Yo me hice conocida con los alfajores, hacíamos tamales los domingos, vendíamos tamales (...) mayormente me amanezco. Por ejemplo hoy me pase toda la noche haciendo tortas", cuenta Alida con una picara sonrisa.

Pero el negocio de tortas no es su único sustento, Alida cuenta que trabaja a medio tiempo como cocinera para el sacerdote de la parroquia en Palpa, aunque dice que aveces "quisiera darse unas vacaciones".

Esta pujante mujer es muy querida en su comunidad, pues no solo prepara estas deliciosas tortas, sino realiza una gran labor altruista. Ella brinda gratuitamente raciones de alimentos a base de soya a los niños de su distrito y, de esta manera, contribuye a prevenir la malnutrición infantil.

"La propuesta llego de Pan Soy y yo acepté el reto. Además, me llamó la atención. como para que la gente también conociera lo que era la soya, porque a veces la gente dice hay no, soya no. Pero basta que prueben una vez, y te dicen: tienes soya, está rico", expresa Alida.

Gracias al Programa de Apoyo Nutricional (Pan Soy) que asesora a hombres y mujeres en la formación de microempresas gastronómicas socialmente responsables, es que Alida logra el autosostenimiento de su negocio y sacar adelante a su familia.

"La gente no cree que uno comparte, lo mucho o lo poco que de pronto ganas. Un día vino una señora y me dice: si tu das las raciones gratis, entonces el día que te mueras te irás derechito al cielo porque nadie hace eso. Yo sé que Dios me va devolver 5 o 6 veces", dice con entusiasmo esta hermosa 'nasqueña'.

HERMANAS EMPRENDEDORAS

"Empezamos vendiendo tamales, las dos comenzamos juntas con este negocio, vivíamos en una situación económica muy complicada (...) mi familia nos ha apoyado mucho, aunque algunos nos desanimaban, pero seguimos aquí porque tenemos las ganas de salir adelante", dice Reyna Gómez, la hermana mayor.

PanSoy no solo brinda asesoría, sino constantes capacitaciones, monitoreo y herramientas para que cada microempresario sea agente de cambio en su comunidad y lidere su propio proyecto empresarial.

"Primero eramos informales, ahora tenemos nuestra empresa 'G sabores', gracias a que 'Pan Soy' nos han apoyado con capacitaciones. Además, ayudamos a nuestra comunidad con la entrega gratis de raciones para los niños", expresan las hermanas Gómez.