El Banco Mundial y el Instituto Peruano de Economía (IPE) presentaron el estudio “Revirtiendo la pobreza en el Perú: desafíos y oportunidades postpandemia”.
El estudio recuerda que 3.3 millones de peruanos cayeron en situación de pobreza en los últimos cinco años y se concentró, principalmente, en las zonas urbanas, pasando de 14.6% a 26.4% entre 2019 y 2023, un retroceso de 15 años.
En ese período, la pobreza urbana aumentó en todas las regiones. En 14 de ellas subió al menos 10 puntos porcentuales, pero se duplicó en ocho: Áncash, Arequipa, Ica, Lima provincias, Moquegua, Tacna, Tumbes y Ucayali.
El Banco Mundial estima que el menor ritmo de crecimiento de la economía peruana haría que en 2026 la tasa de pobreza será mayor al 2019.
Fenómeno. El IPE señaló que ese cambio convirtió a la pobreza en un fenómeno más urbano, concentrando el 73.1% de la población pobre en las ciudades en comparación con el 56.7% en 2019.
El número de regiones con concentración de pobreza en zonas urbanas menor a 50% pasaron de 12 a 5.
Agregó que el año pasado, 7 de cada 10 personas en situación de pobreza estaban en zonas urbanas en 12 de las 25 regiones, 5 más que en 2019.
El IPE indicó que solo tres regiones (Amazonas, Apurímac y San Martín) lograron reducir la pobreza de manera significativa en los últimos cinco años.
El IPE insistió en que debe trabajarse en el cierre de brechas de acceso y calidad de servicios básicos, pues impide proteger adecuadamente a las personas en situación de vulnerabilidad y aprovechar el potencial productivo de las regiones, en sectores estratégicos como minería, agropecuario y turismo.
El estudio recomienda seguir impulsando reformas estructurales que mejoren el entorno para ejecutar inversiones, eliminando obstáculos institucionales y regulatorios que retrasan la ejecución de proyectos.