Ricardo Maldonado: "“No hay una fórmula para llenar las salas”"
Ricardo Maldonado: "“No hay una fórmula para llenar las salas”"

A pesar de tener en su haber 35 premios internacionales y la realización de dos documentales de la campaña Marca Perú, Ricardo Maldonado reconoce que tuvo que meditar cuando  le propuso dirigir un largometraje basado en su conocido espectáculo. Finalmente, asumió el reto sin imaginar que “” se convertiría en la película peruana más taquillera de todos los tiempos. “Estuve nervioso, hasta que fui testigo del gran impacto que tuvo la primera cinta. Ahora me consume el miedo por esta segunda entrega”, confiesa.

Cuando empezaste a estudiar, ¿a qué querías dedicarte?

Gané una beca para realizar mis estudios en Nueva York. Lejos de casa, me di cuenta de que quería especializarme en cine, pero la beca no me lo permitía. Entonces, elegí una carrera de negocios, aunque todos mis cursos electivos eran sobre cine.

¿El trabajo de tu padre influyó en tu decisión?

De cierta manera, sí. Mi padre era realizador de comerciales de televisión. Cuando empecé a trabajar, él todavía dirigía. Recuerdo que me dijo: “Lo importante es que tú busques tu propio estilo”. Nunca realicé proyectos con él, decidí hacerlo por mi cuenta.

Confesaste que te fue difícil aceptar dirigir “Asu Mare”, ¿qué inquietudes tuviste?

Venía de hacer cosas muy buenas en el mundo de la publicidad, y fracasar públicamente hubiera sido malísimo para mi carrera. Además, estaba preocupado por el hecho de hacer algo que era nuevo para mí. Pero me he dado cuenta que el mejor sendero es el que te da esa sensación de nervios. Si estás completamente seguro de que algo va a salir genial, probablemente no te estás arriesgando lo suficiente.

¿Cómo describir la primera y la segunda película?

“Asu mare 1” está basada en el espectáculo de Carlos Alcántara, no había muchos recursos para delimitar la historia. La segunda entrega trata de una ficción que no se vale tanto de “Cachín” para hacerte reír. No es una comedia situacional, sino tradicional.

¿Viste la primera película en una sala de cine como un espectador más?

Disfruté de la primera entrega en varios lugares, pues me causaba gozo ver a la gente reírse de las escenas hilarantes, o estremecerse cuando yo lo quería. Eso es lo mejor de “Asu Mare”. Es la historia de un muchacho de Mirones que se casa con una chica de La Planicie, pero detrás de esa historia tan simple hay un montón de cosas.

¿Piensas hacer más largometrajes?

Sigo haciendo comerciales y no me veo dejando la publicidad, pero ahora tengo otras metas. Quiero que mis nuevos proyectos se enfoquen en dos direcciones complementarias: mejor valor de producción y mayor profundidad de significado. En ese sentido, “Asu Mare 2” está mejor hecha que la primera parte. Pero no podemos seguir haciendo este tipo de comedias para siempre. Tienen que haber historias independientes y de todo tipo.

¿En qué sentido la segunda parte es mejor que la primera?

No es que la primera haya sido mala. Lo que sucede es que si has tenido un éxito descomunal, lo lógico es enfocarte en superar la calidad del primer largometraje, en vez de pensar en tener más espectadores. Hemos trabajado con humildad y dedicación para aplicar lo que aprendimos y mejorarlo.

Cuentas que con “Asu Mare” se ha logrado un acercamiento al público, ¿sientes temor de romper ese lazo?

Sí porque también creo que hay gente que no me acompaña en mi forma de pensar. “Asu Mare” no es fruto de una fórmula matemática. Hay un esfuerzo enorme que otras películas no hacen, y apagan al espectador. Me refiero a los intentos errados de hacer cine comercial. No hay una fórmula para llenar las salas. La mejor receta es trabajar duro y rodearse de buenos profesionales.

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