Los emprendedores peruanos se caracterizan por superar coyunturas desfavorables. La actual pandemia es una de las peores que ha tocado vivir, y muchos sufrieron un revés. Pero, al final, siempre se impone el instinto de supervivencia.
“Al haber crecido en un entorno desfavorable, el emprendedor peruano tiene desarrolladas ciertas habilidades”, explicó Carlos Letts, director de la carrera de Administración y Gerencia del Emprendimiento de la UPC. Dentro de este grupo hay uno que va más allá de la necesidad de subsistencia y basa su emprendimiento en la innovación.
En la práctica, de los 7 millones de microempresarios que hay en el Perú, aún son pocos los que han logrado salir adelante. Los créditos de FAE y Reactiva, promovidos por el Banco Central de Reserva, sirvieron como salvavidas en muchos casos, pero no fueron suficientes.
Para Mitchell Lázaro, gerente principal de Banca Emprendedora de Banco Pichincha, estos créditos fueron un alivio para las deudas de los microempresarios. “Como banco hemos participado en ambos programas, pero no hemos llegado a cubrir ni el 10% del portafolio”.
Lo que hizo la entidad es ofrecer un crédito desde julio para acompañar a los microempresarios con un capital de trabajo flexible y un periodo de gracia de 180 días. Esto les permite tener liquidez suficiente y cuando el flujo empiece a mejorar, ya empieza a pagar su deuda, explicó Lázaro.
“La acogida ha sido muy buena. Hemos tenido más de 6 mil clientes en estos dos meses, y el ticket promedio es de S/ 15 mil”, sostuvo el gerente. Añadió que esto tiene que ver con la visión que tienen los emprendedores de la pandemia. Si bien existe mucha incertidumbre, hay que salir adelante y seguir empujando el carro.
NUEVO EMPRENDEDOR
A la hora de hacer un control de daños de este sector en pandemia, para Lázaro lo primero es ver cómo quedó el negocio. En la cartera de clientes del banco, el 90% ya está operando, pero hubo un impacto negativo de un 35% en sus ingresos.
Así como están los que luchan por la continuidad de sus negocios, están los que inician un emprendimiento tras haber perdido el empleo. Y lo han hecho con pequeños negocios apuntando a las necesidades del mercado que aparecieron en pandemia. Su mayor reto es que no sea un emprendimiento de un mes, sino que se mantenga en el tiempo.
En todos los casos, explicó Lázaro, la tendencia en los emprendedores es la implementación de canales digitales, principalmente en redes sociales. “Esta situación configura a un emprendedor diferente, al que le costaba adoptar la tecnología y hoy la usa con más facilidad”.
En esa línea, Letts resaltó la nueva economía digital, como una manera de hacer negocios construyendo comunidades virtuales. “La comunidad es lo que soporta una economía digital, y es bidireccional, ya que permite transacciones más ágiles”, precisó el director.
Y si bien es una tendencia, falta mayor conocimiento en el tema. Como ejemplo, Letts mencionó al fenómeno de las mipymes, cuya digitalización consiste en aprovechar mejor el WhatsApp, los medios de pago electrónicos, o una web.
“Pero aún es incipiente el nivel de digitalización. En otras partes del mundo las empresas que ya pasaron por esas etapas tienen articuladas otras estrategias y herramientas en el despliegue de los negocios”, apuntó. En ese sentido, resaltó el constante aprendizaje como una clave para los emprendedores.