Por Javier Artica
El Ministerio de Desarrollo Agrario y Riego (Midagri) anunció la creación del grupo de trabajo multisectorial para elaborar el documento denominado “Instrumento de Gestión para el Desarrollo Sostenible de la Palma Aceitera en el Perú, periodo 2021 - 2031”.
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Al respecto, Juan Manuel Benites, exministro de Agricultura, señaló que la palma aceitera es uno de los principales cultivos de la Amazonía del país que ocupa alrededor de 91 mil hectáreas y genera 42 mil puestos de trabajo.
Indicó que principalmente están ubicadas en Ucayali y San Martín con más del 70% de hectáreas. Luego le sigue Loreto y un poco más lejos Huánuco.
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“Las industrias más grandes tienen el 30% de las hectáreas y el 70% están en manos de pequeños productores”, comentó el experto.
Añadió que este cultivo genera ingresos para más de 7 mil pequeños productores que están vinculados a este cultivo y, a la vez, permite reducir las áreas dedicadas a producir hoja de coca que es destinada al narcotráfico.
En ese sentido, Benites manifestó que las problemáticas a tratar deberían ser de cómo incrementar la productividad.
“El rendimiento de los pequeños productores es bajo. Alrededor de 15 toneladas por hectárea es el rendimiento nacional al año y hay empresas que logran 26 toneladas por hectárea con tecnologías que pueden ser compartidas”, indicó.
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Otro de los puntos a contemplar en el documento debería ser la organización. “Si bien se ha mejorado, porque hay cooperativas que se han organizado a partir de los programas y han logrado tener extractora porque son cultivos asociados a industrias y son formales”, dijo.
El también presidente ejecutivo del Instituto Crecer mencionó que la palma aceitera en el Perú cubre solo un 30% de la demanda nacional y el 70% son productos importados, como aceite de soya y biocombustible.
“Tenemos espacio para crecer porque el producto peruano es de buena calidad y podemos lograr más productividad para ser competitivos como Ecuador, que tiene 250 mil hectáreas o Colombia, que pasa las 500 mil hectáreas”, precisó.
RESTRICCIONES AMBIENTALES
Juan Manuel Benites sostuvo que el problema más importante de que la palma aceitera no avance son las restricciones ambientales.
“Hay grupos que atacan a la palma por considerarla un factor de deforestación y no es así. En 45 años que se viene concretando este cultivo, solo el 4% de las áreas boscosas deforestadas corresponde a palma”, manifestó.
Agregó que la deforestación en la Amazonía se da por la agricultura migratoria dado que hay poblaciones que bajan de la sierra y tumban bosques para sembrar otros productos.
CRECER EN ÁREAS DEFORESTADAS
El experto aseguró que una de las alternativas para que la palma aceitera tenga más impulso, es que pueda crecer en áreas que han sido deforestadas.
“Hay casi 9 millones de hectáreas que no tienen coberturas boscosas y pueden ser aprovechadas”, precisó.
Además, el exministro recomendó que en la agenda de trabajo también se debe hablar de seguridad jurídica, para saber dónde están ubicados, qué tipo de títulos de los suelos tienen y si son válidos.
“Si todo eso se pone en la mesa de trabajo y se quita el gorro de que la palma aceitera es el demonio en esas regiones y no es deforestador, entonces en unos años será generador de riqueza en la Amazonía, porque este cultivo sostenible genera ingresos a la familia y más puestos de trabajo”, acotó.
Según sus proyecciones, si hay un consenso con la importancia de la palma aceitera y se usan los terrenos ya degradados, en 10 años se duplicará el número de hectáreas, que ahora son 91 mil, y se cubriría el 60% de la demanda nacional.
REDUCCIÓN DE POBREZA
Para el Grupo Palmas, parte del Grupo Romero, la palma aceitera genera ingresos de manera segura para las familias que se dedican a este cultivo. El año pasado les compraron más de S/ 40 millones a 600 productores.
De esta manera, señaló que la palma es un socio para la reducción de pobreza en la Amazonía.
“Es realmente un cultivo seguro y al productor le cambia la vida al poblador porque sale de la pobreza de manera permanente con su esfuerzo. Además, como país no solo se queda en la materia prima, sino se genera valor”, comentó Sandra Doig, gerenta de Sostenibilidad del Grupo Palmas.
La ejecutiva respaldó que se creara la comisión multisectorial para dar impulso a este cultivo con buenas condiciones.
Sugirió que el Gobierno debe dar facilidades para que el desarrollo de palma se realice en tierras que hoy están sin sembríos.
“Las normas no necesariamente facilitan esa actividad, así que se debe diseñar políticas para que la expansión del cultivo de la frontera agrícola se realice en zonas que está declaradas con determinadas características y también debería haber información donde no se tienen que desarrollar no solo las palmas, sino otros cultivos”, expresó.
También consideró que un segundo elemento es contar con un sistema de financiamiento que se adecúe al negocio de la palma aceitera.
“Si siembras hoy, entonces vas a cosechar en tres años. Eso quiere decir que inviertes para empezar a recuperar en un mediano plazo, pero hasta ahora no hay un instrumento financiero que vea ese perfil y los productores se endeudan con tasas que no son la adecuada”, aseveró.
EXPORTACIÓN
Sandra Doig manifestó que el Grupo Palmas sigue siendo uno de los principales exportadores de productos terminados de palma aceitera, como jabones y la grasa para la industria de alimentos. Entre los países de destino destacan Chile, Brasil y Argentina.
“Una vez que nos certifiquemos con el sello RSPO, como grupo se abre más oportunidades, ya no solo será en Sudamérica, sino en países como México, Estados Unidos y en Europa”, puntualizó.