Peruanos aún manejan un alto volumen de dinero en efectivo
Peruanos aún manejan un alto volumen de dinero en efectivo

Pese a la inseguridad existente en el país, unos 18 millones de peruanos no están bancarizados, es decir, son portadores de dinero en efectivo (en pequeño y gran volumen), señaló Jorge Ortega, director regional de Inclusión Financiera de Visa.

“El 71% de los peruanos no está bancarizado, solo el 29% tiene una cuenta en el banco o posee una tarjeta de crédito o de débito, pero no todos usan las tarjetas y los coloca como subbancarizados”, precisó.

Ortega presentó los resultados de un estudio sobre la adopción de pagos digitales en micro y pequeños comerciantes en Perú, Colombia, Nigeria, Sudáfrica, Indonesia y Filipinas.

Pagos al día. El representante de Visa dijo que ese estudio indica que en América Latina la gente hace entre 5 y 12 transacciones de pago por día, moviendo efectivo en diversas actividades (pago de servicios, pasajes, etc.).

Al respecto, dijo que el Perú es una plaza muy atractiva para trabajar la inclusión financiera, considerando que tiene una clase media emergente, de gente que tiene ingresos de entre $7 y $20 al día.

“El 60% de la población peruana está dentro de lo que se conoce como clase media emergente, sobre todo los micro y pequeños comerciantes, que mueven efectivo, que necesitan aplicar medios de pago digitalizados, como tarjetas de créditos y de débito (para lo cual deben comprar sus respectivos POS)”, agregó.

Temor. Ortega refirió que una limitante por el que hay un reducido nivel de bancarización en el país y en América Latina, es el temor de la gente en acceder a servicios, hacerlo mal y ser castigados.

“Otro factor es que los micro y pequeños emprendedores consideran que su tiempo es valioso, es decir, ir a un banco u otra entidad financiera los obligará a cerrar sus negocios, lo que no es posible porque pierden un día de ingreso”, manifestó.

Por otro lado, el 80% de los que tienen planes de compras prefiere hacerlo en efectivo, aunque no gastan el total del dinero.

Así considera que para ampliar la inclusión financiera en Perú y otros países de la región, se necesita la participación conjunta de las entidades financieras, el comercio y sus cadenas de distribución, que de la mano de los proveedores de tecnología y del Gobierno pueden hacer posible la incorporación de más gente y que se expongan menos a la delincuencia.