Piden 6 años de cárcel para exempleado de banco HSBC que reveló gran fraude
Piden 6 años de cárcel para exempleado de banco HSBC que reveló gran fraude

El fiscal federal de Suiza requirió el viernes una pena de seis años de cárcel para el informático franco-italiano Hervé Falciani, exempleado del banco HSBC-Suiza, por los cargos de espionaje económico, robo de datos y violación del secreto bancario.

El juicio de Hervé Falciani, que reveló una lista de evasores fiscales del banco HSBC, comenzó el lunes en la localidad suiza de Bellinzona, cantón de Tesino, en ausencia del acusado.

El fiscal Carlo Bulletti consideró que, contrariamente a lo que él pretende, Falciani no es un lanzador de alertas.

"El argumento del caballero blanco es una sarta de mentiras", dijo Bulletti en una requisitoria de menos de una hora, durante la cual reseñó las etapas del caso.

Bulletti recordó que en 2006 Falciani se apoderó de los datos de HSBC, banco para el cual trabajaba.

Luego, en 2007, intentó vender esos datos en Líbano y al no lograrlo contactó a servicios estatales extranjeros.

"No sabemos si Hervé Falciani cobró para transmitir esos datos a servicios estatales extranjeros, pero eso no es importante" para la acusación, afirmó el fiscal.

La duración de la actividad criminal y el valor de los secretos robados alcanzan para probar el espionaje económico, que, además, llevó a Suiza a una crisis diplomática, dijo el fiscal.

El juicio debe continuar con los alegatos de los abogados de las partes civiles.

Las revelaciones de Falciani dieron lugar al llamado caso Swissleaks sobre el papel que el banco habría tenido en expatriar fortunas ilegalmente hacia Suiza.

En junio, el HSBC pagó una multa de 40 millones de francos suizos (36,7 millones de euros), poniendo fin a un proceso por blanqueo de dinero iniciado por las autoridades suizas.

Falciani, que en 2008, tras ser interrogado por la policía de Ginebra se fue de Suiza, vive actualmente en Francia, de donde no puede ser extraditado.

La semana pasada, en una rueda de prensa en la ciudad francesa de Divonne-les-Bains, fronteriza con Suiza, reiteró que no se iba a presentar al juicio porque no se daban las condiciones para un proceso "justo y equitativo".