Hace pocos días el Gobierno aprobó las líneas de acción para ejecutar la “segunda reforma agraria”, mediante la cual pretenden incrementar de manera sostenible los ingresos y la calidad de vida de los productores de la agricultura familiar.
Entre las medidas están las proteccionistas, orientadas a que este sector tenga más y mejores mercados, así como seguridad alimentaria.
Este propósito es considerado por la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (ComexPerú) como una manera de utilizar mecanismos para restringir las importaciones de algunos productos.
¿Cuál sería el impacto de impulsar de esta manera el consumo de productos nacionales? Gabriel Amaro, director ejecutivo de la Asociación de Gremios Productores Agrarios del Perú (AGAP Perú), advirtió que las medidas proteccionistas lo único que van a conseguir es un efecto intermedio.
“No ayudará a lo fundamental, que es mejorar el conocimiento, la técnica, o ganar productividad y competitividad en el sector”, añadió.
En esa línea, enfatizó que los principales problemas que tienen los productores de la agricultura familiar son la falta de conocimiento de técnicas necesarias para ser competitivos.
“No tienen un buen sistema de asociatividad, y tampoco apuntan a mercados de cadenas modernas, como mercados formales locales e internacionales, o considerar cambiar algunos cultivos por otros más rentables”, refirió.
Amaro agregó que el Gobierno no ha considerado a varios actores importantes de la cadena productiva, como las asociaciones y gremios empresariales.
Precios
Al restringir el ingreso de ciertos productos importados, inmediatamente se observaría un incremento en el precio de algunos alimentos, alertó el empresario agroexportador Fernando Cillóniz.
“Las medidas anunciadas van a provocar un incremento en el precio de los alimentos para los consumidores peruanos. Y de eso no se dan cuenta”, subrayó.
Cillóniz señaló una nueva preocupación. “¿Qué pasa si los otros países reaccionan y dicen: ‘Si ustedes ponen aranceles a nuestras exportaciones, como de trigo, soya y de maíz, nosotros le ponemos aranceles a las importaciones de uva, arándanos y espárragos’? Ahí sí nos afectaría muchísimo”, recalcó.
Respecto al tema de los precios, anticipó que -de darse la restricción- estos subirán de manera directamente proporcional al arancel. “Si el arancel es de 10%, el precio de un producto subirá ese porcentaje, es aritmético. Entonces, el pan subiría más por el arancel”.
En este punto coincidió el director ejecutivo de AGAP. “Si cierras el mercado estás entorpeciendo el ingreso de nuevos actores. No hay un incentivo para la mejora porque tienes protección”, sostuvo Amaro.
Propuestas. Actualmente, mediante los tratados de libre comercio (TLC), Perú accede a más de 5 mil millones de consumidores del mundo.
Gracias a tales acuerdos, los productos nacionales compiten con similares en el extranjero sin barreras, y son reconocidos por su sabor y alto valor nutritivo.
Para ser más competitivos -añadió Cillóniz- se deben de mejorar las técnicas de riego, mejorar la conectividad e infraestructura vial.
“Es verdad que los productores son gente pobre. En ese sentido, vale el esfuerzo de implementar algunas medidas, pero hay que ayudarlos con agua, tecnología y caminos para que se vuelvan competitivos”, puntualizó.
INCLUSIÓN. La “segunda reforma agraria” busca la inclusión social de más de 2.2 millones de pequeños productores.