Ricky y Stefano Tosso: De tal padre, tal hijo

Al interior de un contenedor, Ricky Tosso (R) convertido en un urólogo recibe en su consultorio a un joven paciente -interpretado por Cristopher Gianotti- que teme realizarse la prueba del tacto rectal. Observando el desarrollo de la divertida historia se encuentra su hijo Stefano (S), director de dicho microteatro que se denomina “Ese dedo”. Esta obra, al igual que otras 13, forma parte de la nueva propuesta cultural “Kontenedores”.

¿Cómo ingresan a “Kontenedores”?

R. Recibí el llamado de mi sobrino Ismael La Rosa, quien me dijo que en Miami y México se hacían microteatros y quería trasladar esa propuesta al Perú. Me pareció interesante la idea y después lo puso en marcha.

S. En mi caso, mi papá me comentó que iba a participar en esta nueva propuesta y le dije que contara con mi apoyo. Un día me preguntó si quería dirigir la obra “Ese dedo” y acepté. A la semana, empecé a codirigir con Armando Machuca otra obra llamada “Superterapia”.

¿Cómo es la dinámica de esta propuesta teatral?

R. “Kontenedores” es una puesta en escena muy particular. Son 14 obras, 14 directores y 26 actores. Todas las obras se desarrollan en un contenedor y duran 15 minutos. Un primer grupo se presenta a partir de las 8.00 p.m. y el otro a las 10.30 p.m.

¿Se puede presentar una buena obra en ese tiempo?

R. Sí, definitivamente. Normalmente, los primeros 15 minutos de una obra son los más importantes. Si en ese tiempo no captaste al público, estás muerto. Acá debemos captar la atención de frente; por eso, son obras totalmente graciosas.

Stefano, ¿es la primera vez que asumes la dirección de una obra?

S. De algo tan serio, sí. Había dirigido una obra para niños en San Juan de Lurigancho, pero no se compara con el trabajo que realizo aquí.

¿Cómo te sientes desempeñando esa labor?

S. Bien, es una gran experiencia para mí. Tanto mi papá como Cristopher me dejan dirigir, me hacen caso en lo que digo y confían en mi criterio.

Se mantiene la jerarquía…

R. Sí, él es el director y punto.

¿Cómo es la relación entre ambos fuera de los escenarios?

R. Somos muy amigos.

S. Sí, mi papá es mi pata, mi mejor amigo. Más que prohibirme cosas, me aconseja y me da la libertad de decidir.

¿Y en el trabajo cómo es la relación?

R. Ahí no hay papá e hijo. Ahí es director y actor.

S. Claro. Al momento de trabajar somos dos profesionales.

Ricky, ¿cómo te sientes al ver que tu hijo ha seguido tus pasos?

R. Feliz, como se debe haber sentido mi papá cuando decidí dejar la carrera de arquitectura para dedicarme a la actuación.

Sé que tu sueño frustrado es haber compartir el escenario con tu padre e hijo…

R: Sí. No se pudo porque Stefano nació un año después de que murió mi viejo. Si mi papá vivía unos seis años más, hubiéramos subido los tres a un escenario.

Alguna vez Ricky dijo que fue difícil ser el hijo de Ricardo Tosso. ¿Tú has sentido lo mismo, Stefano?

S. Sí claro. No solo por ser el hijo de Ricky, sino también el nieto de Ricardo Tosso y Guillermo Guille. Tengo bastante peso en los hombros, pero soy feliz.

Ahora no solo estás enfocado en ser actor sino también director...

S. Sí. Estoy terminando mis estudios de dirección y pienso seguir actuando.

Ricky, ¿te disgustó la idea de que Stefano participe en un reality?

R. No porque yo no le corto las alas a nadie. En un momento él decidió estudiar comunicación, genial. Luego decidió dedicarse a la actuación y dirección, genial. Si después quiere ser vedette, su problema (risas).

Stefano, ¿volverías a un programa de ese tipo?

S. No, porque ya pasó esa etapa y ahora estoy pendiente de mis estudios.

En tu caso Ricky, ¿volverás a la televisión con “Teatro desde el teatro”?

R. Hay una gran posibilidad de que vuelva el próximo año, pero más no puedo hablar. Por lo pronto te diré que en el 2015 cumplo 45 años de actor y haré una obra especial con un reconocido actor extranjero.

Finalmente, ¿qué significa el teatro para cada uno de ustedes?

R. Mi vida. Si yo no hubiera sido actor, hubiera sido actriz (risas).

S. Para mí es lo más natural del mundo.