Cobrar sus facturas en menor tiempo les dará mayor liquidez a las empresas para invertir en hacer crecer su negocio, sostiene Ricardo Márquez
Cobrar sus facturas en menor tiempo les dará mayor liquidez a las empresas para invertir en hacer crecer su negocio, sostiene Ricardo Márquez

Con la reciente aprobación y publicación del nuevo reglamento de factoring (Reglamento del Título I del Decreto de Urgencia 013-2020) un sinfín de oportunidades se abren para las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), y no solo en términos de financiamiento.

Para el presidente de la Asociación Peruana de Factoring (Apefac), Percy Augustin, esto también generará el empoderamiento de los proveedores, pues al tener la certeza de que la factura electrónica se pagará podrán negociarlas y cobrarlas luego de su aprobación y conformidad, que puede tardar, como máximo, ocho días y negociarse al día siguiente; incluso beneficia a los profesionales que emiten recibos por honorarios.

Agrega que generará inclusión financiera y formalización, puesto que ante los beneficios de convertir (en dinero en efectivo) de manera ágil una factura pendiente de cobro (que supera los 30 días por el conducto tradicional), y al no tener monto mínimo, es probable que cada vez más empresas opten por este camino y para ello el requisito indispensable es ser formales.

“Cobrar sus facturas en menor tiempo les dará mayor liquidez para seguir invirtiendo en hacer crecer su negocio”, sostiene el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Ricardo Márquez.

IMPACTO

Estima que el impacto dependerá mucho de la difusión que se le dé y de los esfuerzos del Gobierno para emprender un trabajo de ‘evangelización’ y llegar a todos los rincones del país.

“En el país hay casi 3 millones de mipymes y se podría llegar a más de 500 mil empresas de diversos sectores, porque el factoring es transversal, pero quizá atraerá a los proveedores de productos y servicios que tengan menor poder de negociación”, refiere Augustin.

En tanto, Márquez recuerda que las transacciones mediante este instrumento de financiación comercial a corto plazo en el país representan solo el 2% del PBI, mientras que en Chile es de 12%, lo que denota un enorme potencial.

“El año pasado, este mercado permitió facilitar fondos por 14 mil millones de soles, este año llegaría a los 16 mil millones de soles y a fines del 2022 se podría duplicar, es decir, llegar a los 32 mil millones de soles”, estima.

Ambos coinciden en que también se promoverá la competencia y las empresas tendrán mayores alternativas de a quién venderles sus facturas, con lo que manejarán mejores tasas.

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