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Para el presidente de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía (SNMPE), Carlos Gálvez, la reactivación de la inversión minera pasa por reducir el nivel de conflictos sociales en las zonas donde se puedan desarrollar los 46 potenciales proyectos del sector, los mismos que demandarán una inversión de $45 mil millones.

Por ello, dijo que es importante que el Gobierno resuelva el problema que dejó la gestión anterior, que se comprometió en muchas mesas de diálogo y de trabajo a realizar una serie de proyectos más allá de su capacidad de ejecución.

En ese sentido, señaló que lo que más exacerba a la población de las comunidades relacionadas con la minería es el incumplimiento de las promesas que se le hacen.

“Estamos buscando la forma de destrabar proyectos en general porque creemos que una cosa que más ha exacerbado los ánimos es que en forma irresponsable en el gobierno anterior se acudió a mesas de trabajo y mesas de diálogo, firmando actas de compromiso para ejecutar un sinnúmero de proyectos más allá de las capacidades de ejecución”, comentó.

Heredar problemas. Gálvez refirió que los compromisos asumidos por el gobierno anterior los tiene que asumir la gestión actual, que no puede hacerlo en 45 días.

Al respecto, señaló que la SNMPE se viene contactando con el Gobierno en busca de destrabar proyectos del sector minero-energético.

Hizo referencia al caso Las Bambas, que tiene S/1000 millones para proyectos a favor de las comunidades, que están a cargo de 10 ministerios, pero hasta la fecha no se han ejecutado pese a tener el dinero sobre la mesa.

“Estamos en permanente contacto con las autoridades, haciéndoles notar nuestras preocupaciones y haciéndoles ver la necesidad de avanzar en resolver los problemas, que son fuentes potencial de conflicto, y en esta dirección avanzar”, agregó al final de la ceremonia en la que SNMPE premió a siete empresas del sector minero-energético por sus aportes al desarrollo sostenible en el Perú.

Gasoducto

Gálvez afirmó que hay plantas petroquímicas ociosas en el mundo, por lo que no ve atractivo invertir en el proyecto del sur.