55 años de Correo Arequipa: La noche en que un director se negó a escribir más
55 años de Correo Arequipa: La noche en que un director se negó a escribir más

La noche del 27 de julio de 1974, Carlos Meneses Cornejo esperaba sentado en la sala de su casa la llamada que haría realidad lo que había temido por cuatro años. Vestía un abrigo largo que había tomado del armario a penas entró a su casa al volver al diario Correo, donde era director. Se lo puso y se acomodó para esperar.

Sobre las cuatro de la mañana sonaron simultáneamente el timbre de su casa en la calle Melgar y el teléfono, era la Dirección de Investigaciones de la Policía Nacional de Perú para citarlo a la redacción del periódico, a pocas cuadras de su residencia, en Bolívar.

ANTECEDENTES. Meneses asumió la dirección del matutino en 1970 en reemplazo de Francisco Chirinos Soto, por designación del titular periodístico nacional, el arequipeño Roberto Ramírez del Villar. Desde ese entonces había tenido problemas con el régimen militar de Juan Velasco Alvarado, pero supo sobrellevarlos, respetando la confianza que le había conferido el director nacional.

“Estos desencuentros me condujeron a tomar una decisión que fue significativa, trasladé la Dirección del diario a la Redacción, para que conocieran cada una de las respuestas que yo tenía que dar a las llamadas telefónicas de los militares... como siempre eran llamadas difíciles, yo pensé que no tenía derecho a proceder unilateramente y sin aprobación de la gente de redacción”, indica. La tensión llegó al climax cuando efectivos militares tomaron Radio Universidad, destruyeron los equipos y volaron la torres de transmisión. Eso provocó la reacción de Don Carlos y la tirantez entre Correo y los del Ejército se agravó.

El 27 de julio de 1974, en comunicación con Enrique Agois Paulsen, presidente del directorio de Correo en Lima, Carlos Meneses le comunicó que había “decidido” defender el periódico. “Me lo prohibe y me dice que era una actitud inútil, porque en Lima también estaban rodeados por tanques y que era muy poco lo que se podía hacer para detenerlo... conversé con los redactores y linotipistas que estaban dispuestos a defender el periódico con lingotes de plomo y ante esta disposición superior, me fui y los insté a la calma. Me fui a mi casa llevándome bajo el brazo el retrato de Agois, porque suponía que lo iban a maltratar”, recuerda el periodista.

LA NOCHE DEL 74. Cuando llegué al diario eran pasadas las cuatro de la mañana, me encontré que estaban estos señores con un notario, el doctor Eriberto Zegarra Ballón, quienes me dieron lectura al documento de expropiación de los diarios y me pidieron que entregara las llaves...entonces yo maltraté al notario y le dije ´esta es la primera vez que un notario da fe de la entrega de los dueños a los ladrones´, esa expresión determinó que ordenaran mi detención. Yo anuncié que aceptaba, pero que tenían que sacarme cargado, porque no iba a entregar el diario. En ese momento llama el prefecto, que era el ingeniero Enrique Mendoz, quien daba la orden de que me dejaran salir. En la puerta me encontré con los canillitas que iban a recoger el periódico y estos cantaron conmigo el Himno Nacional, así me fui a mi casa, donde me quedé y decidí no volver a escribir hasta que se restableciera la libertad en el Perú”, refiere.

Con el restablecimiento de la democracia, Correo volvió a sus dueños para convertirse en una cadena que hoy se publica en 16 regiones.

Retorno. En 1985, Carlos Meneses volvió a hacer periodismo, esta vez en televisión. En 1991 lo hizo al frente de Arequipa Al Día.

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