Amigos y familiares  se despiden de la maestra en cocina, Celmira Cerpa
Amigos y familiares se despiden de la maestra en cocina, Celmira Cerpa

“Mi madre era una mujer emprendedora, fuerte y con mucha fortaleza, siempre decía nunca te rindas, sigue adelante”, expresó Nelly Postigo Cerpa, hija de la reconocida “maestra de maestras” de la gastronomía arequipeña, Celmira Cerpa Rodríguez quien falleció el último martes a sus 95 años.

CREATIVA. En medio de resignación, Nelly destacó la trayectoria de su progenitora, entre ellas, su creatividad al preparar sus deliciosos potajes arequipeños como el sivinchi de camarón, el cauche de queso con camarones entre otros que ha dejado como legado a las picanteras de Arequipa.

A ella no le gustaba usar preservantes o sazonadores con insumos que no eran naturales, era alérgica a eso, siempre usaba su cebolla, su ajo en sus guisos, por eso, ha tenido una muerte natural”, dijo tras revelar que junto a sus hermanas Celmira y Marlene seguirán sus pasos y recomendaciones porque les pidió que no cerrarán nunca el restaurante Sol de Mayo donde ella preparó sus deliciosos platos que encantaron a miles.

“Mi madre se fue feliz y en paz, porque se despidió de todos sus hijos, sus nietos y biznietos que incluso están en el extranjero. Además escuchó sus canciones que más le gustaban de Libertad Lamarque, yaravíes, esa canción de Agustín Lara denominada Noche de ronda”, narró.

Como se sabe, la reyna de la cocina arequipeña dedicó toda su vida a la gastronomía y se sentía complacida cuando la gente llegaba a su restaurante ubicado en el distrito de Yanahuara. Doña Celmira tuvo 7 hijos, entre ellos: Nelly, Marlene, Daniel, Jorge, Celmira, Ana María y Augusto quien ya falleció. Hoy, seis de ellos la acompañan y nunca olvidarán las enseñanzas que ella les dejó e inculcó.

Sus restos mortales hoy se velan en el velatorio del cementerio Parque de La Esperanza y a las 11:00 horas habrá misa y finalmente amigos y familiares le darán el último adiós en el en el cementerio Parque de La Esperanza. 

Amor. Mirian Mora, trabajadora de su restaurante, señaló que era muy cariñosa y sencilla, siempre nos trataba como hijos.

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