El Molino de Sabandía data del año 1621 y tiene casi 400 años en funcionamiento. Hace uso de las aguas de un manantial para girar los enormes molinos de roca. El espacio representa la arquitectura típica de la región en la que predominó el uso del sillar.
El Molino de Sabandia fue construido por el maestro en arquitectura y cantería Francisco Flores por encargo del vecino hispánico don García de Vargas Machuca. El espacio fue habilitado recibir a los virreyes de la época.
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Según la reseña histórica, el Molino de Sabandia no solo era un espacio para recibir al Virrey, sino también fue un abastecedor de harina para el alimento de los pobladores de Arequipa. Sin embargo, por la modernidad de dejo de utilizar a finales del siglo XIX.
Incluso en el siglo XX, llegó al extremo de ser un montón de ruinas. Los restos de sillar estaban regados por todas partes, las puertas y portones estaban destruidos o desaparecidos, ni que hablar de los techos.
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Su restauración comenzó en 1971 a cargo del presidente del Banco Central Hipotecario don Arturo Seminario García. Para esa década, el alto funcionario se propuso la restauración de monumentos de la Ciudad Blanca. Es así que convocó al arquitecto Luis Felipe Calle quien se encargó de su restauración. Los trabajos terminaron en 1973.
El Molino de Sabandia no solo es visitado por su arquitectura, sino también por cientos de arequipeños para tomarse fotografías porque el espacio es óptimo para retratos de bautizos, matrimonio, entre otros.