Arequipa: Entierran a Christian Cayetano Chire, reconocido juez del "aimarazo"
Arequipa: Entierran a Christian Cayetano Chire, reconocido juez del "aimarazo"

Tocan las zampoñas, suenan los tambores, pero esta vez no se trata de un carnaval, sino de una marcha fúnebre que acompaña a Christian Cayetano Chire, un destacado joven juez destacado en Puno, quien falleció el último lunes en un accidente de tránsito.

La tristeza invade el corazón de sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y hasta autoridades, quienes se dieron cita ayer en el cementerio de La Apacheta para darle el último adiós a un buen abogado, un excelente juez y sobre todo un gran padre, pues deja a una niña de 3 años y a una valiente esposa, quien en todo momento expresaba el amor que le tenía.

VIDA. Correo fue parte de este acto fúnebre ayer en horas de la mañana, donde pudimos corroborar la vida del magistrado, quien en un principio quería ser cura.

Llegamos hasta un velatorio de la Av. Daniel Alcides Carrión, donde 3 guitarristas interpretaban algunos huaynos, aquellos que Christian le gustaba escuchar en sus ratos libres.

Con toda la pena encima, pero orgullosa de lo que forjó, doña Alejandrina Chire Bernedo, madre del magistrado del primer Juzgado de Investigación Preparatoria de Puno, nos contó parte de la vida de su hijo.

Christian nace el 7 de abril de 1981 en el hospital Goyeneche, era el segundo hijo de doña Alejandrina y don Lino Cayetano.

Puno: juez del “aimarazo” falleció en accidente de San Martín

Desde muy niño siempre se mostró imperactivo, travieso, pero sobre todo estudioso y muy detallista.

Gran parte de su vida escolar la pasó en el colegio Salesiano Don Bosco, de allí su gusto por la religión.

Al salir del colegio, estudió educación y fue seminarista, pero finalmente decidió estudiar derecho en la UNSA, encontrando su verdadera vocación.

Abogado. Su padre don Lino cuenta algo muy interesante.

“Mi hijo trabajó en el Poder Judicial, pero empezó desde abajo, en el sótano, llevaba su hilo y aguja y cocía los expedientes, así empezó pero siguió avanzando hasta ser un juez”.

Y es que Christian nunca dejó de esforzarse para ser alguien mejor y en el Poder Judicial encontró a varios amigos y en su defensa en el 2011, estuvo en la directiva del sindicato de trabajadores.

Tras varios años de desempeñarse como secretario, en el 2011 logró convertirse en magistrado y fue derivado a Yunguyo en Puno, 4 años más tarde se trasladaría a la capital de la provincia.

FAMILIA. Su gran sonrisa y justicia cautivaron a la abogada Jenny Ancalla Romero con quien se casó y tuvo una hija, Oriana, los amores de su vida.

Finalmente, en un mar de gente, Christian fue sepultado ante diversas muestras de afecto, cariño y respeto. Su último deseo fue que toda su familia y amigos siempre estén unidos.

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