La caída de los integrantes de la organización criminal Los Gallegos se produjo la madrugada del 1 de diciembre durante una intervención efectuada en diversos distritos de la ciudad, luego de un mes y medio de audiencias en el Cuarto Juzgado de Investigación preparatoria de Arequipa.
El juez Oscar Quillulla Puma resolvió que la mitad de los 20 procesados sean recluidos en el penal de Socabaya con 36 meses de prisión preventiva.
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Tras analizar la abundante documentación presentada por la Fiscalía, el magistrado dispuso la prisión preventiva para Naybimar Gutiérrez Jiménez, pareja del cabecilla de la organización y actualmente no habido, Félix Mayz Rodríguez, alias ‘Felito’, para la hermana de este, Geraldine Mayz Rodríguez, así como para Ericka Parras Vargas, Tyrone Gutiérrez Rondón, Ledwing Pastran Piñango, Manuel Alonso Navas Maza, Luis Miguel Chacín Chacín, José Manuel Monroy Marín, Jeferson Rondón Mejía y Fredirman Fonseca Parra.
En tanto que, para Fredy Ríos Robles, Aura Janet Rodríguez, Jhoarnys Guevara Quevedo, Fredy Díaz Linares, Génesis Rangel Arévalo, José Carlos Pino Apaza, Manuel Monroy Marín, Yuverley Amaya Rodriguez y Abraham Díaz Porras, dictó comparecencia con restricciones y declaró infundado el pedido de prisión para Yuverley Mayz Rodríguez, la otra hermana de Felito.
LOS CINCO DELITOS POR LOS CUALES SON INVESTIGADOS LOS GALLEGOS
El Ministerio Público sustentó en la audiencia los vínculos que los procesados tienen con casos de extorsión, trata de personas, explotación sexual, lavado de activos y robo agravado ocurridos en Arequipa desde que se instalaron en 2019; lo que llama la atención es que no se presentaron cargos por sicariato pese a que si formó parte del pedido de detención de Los Gallegos.
Las principales fuentes de dinero ilícito de Los Gallegos provenían de la trata de personas y la prostitución, varias de las víctimas que, obligadas al sometimiento sexual, eran menores que compraban en el extranjero.
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Según las investigaciones hechas por la Fiscalía y Policía especializada contra el Crimen Organizado, mujeres que vivían en el extranjero eran captadas a través de Facebook y otras redes sociales para ofrecerles trabajo en peluquerías y diversas tiendas en Arequipa y otras ciudades.
Si eran menores de edad, la banda pagaba a sus “asesores”, como llaman a sus contactos en el extranjero, 300 dólares si provenían de Colombia y 500 dólares si eran de Venezuela.
Los asesores se encargaban del traslado de las víctimas, pagándoles pasajes y brindándoles documentación falsa hasta llegar al Perú, donde eran distribuidas a diferentes ciudades, no sin antes ser violadas por los miembros de la organización, entre ellos uno apodado “Miyagui”, según el testimonio de una menor de 13 años que logró escapar del cautiverio en el que vivió.
CALVARIO DE LAS EXTRANJERAS TRASLADADAS
Las jóvenes que llegan al país se daban con la sorpresa de que en realidad debían pagar 15 mil soles a la organización por haberlas traído, bajo amenazas de muerte eran obligadas a prostituirse para saldar su deuda con un porcentaje del dinero que recibían de los parroquianos, si lograban pagar todo, igual les cobraban 150 soles semanales para dejarlas trabajar de manera independiente, de lo contrario, les imponían multas de hasta 2 mil soles, de un modo u otro siempre iban a estar sometidas por los criminales.
Todo el dinero que conseguían no solo de la trata y la prostitución, sino también del cobro de cupos a prestamistas colombianos era depositado a 13 cuentas bancarias y era Neybymar Gutiérrez, la pareja de Felito, quien lo controlaba.
Además, se realizaban transacciones para enviar el dinero fuera del país, en la investigación fiscal se estima que se retiró más de 400 mil soles desde el 2019.