Pobladores que abandonaron Cocachacra viven confinados en refugio
Pobladores que abandonaron Cocachacra viven confinados en refugio

Lo que sucedió con Yovana Mendoza Serrano (35), una pobladora a la que la turba en Cocachacra golpeó hace unos días por negarse a participar en sus movilizaciones, refleja la realidad de varios ciudadanos que se han visto obligados a escapar de sus propias casas para buscar refugio en Arequipa.

éxodo. Hasta hace dos semanas, 50 personas vivían bajo el amparo del Gobierno Regional. Ayer, la cifra era de 80.

José Díaz Sánchez es uno de ellos. Es secretario de la Federación de Asociaciones por el Desarrollo de Islay y vocero de un grupo de pobladores que se manifiestan a favor del proyecto minero Tía María. Su ligazón con Southern ha sido precisamente el detonante para ser flanco de amenazas. Él también nos dice lo mismo; “no vamos a regresar en al menos medio año”.

Pero este no es el único caso. Al igual que hace semanas, los refugiados no están dispuestos a dar sus nombres a los medios de comunicación. “Hay una lista en el valle con nuestros nombres y hasta fotografías. Los propios dirigentes como Jesús Cornejo ordenan que nos ataquen”, señaló una pobladora de Cocachacra, quien llegó a Arequipa a mediados de abril.

El gobierno regional se hizo cargo de su asistencia. Los asilados reciben además donaciones desinteresadas, tienen abrigo y algo de tranquilidad, pero se sienten prisioneros. Un grupo de policías resguarda el local. Nadie entra ni sale libremente.

TAGS RELACIONADOS