Conozca el secreto de un show inigualable
Conozca el secreto de un show inigualable

Tocan hasta que las manos no den más y la voz ya empiece a quebrarse, mientras las gotas de sudor recorren sus frentes, así terminan casi todos los shows de Rubén y Martín Vásquez. Sin embargo, esto no es gratuito, ya que el trabajo que realizan para lograr conectar con el público se aprecia en la respuesta de los asistentes, quienes a voz en cuello gritan “¡una más, una más!”.

Diario Correo conversó con el dúo conformado por padre e hijo, quienes también comparte la afición por las artes plásticas.

¿Cómo empiezan este camino en la música ? 

Rubén Vásquez (RV): Tengo 34 años de vida artística y he teloneando a cantidad de artistas como Diego Torres, Alberto Plaza, Eva Ayllón, Nito Mestre, Palito Ortega, Los ángeles negros, Leo Dan, entre otros. Siempre he estado ligado a la música.

Martín Vásquez (MV): La música llegó por mi familia, fue algo innato, porque apenas me dieron un cajón empecé a tocar.

¿Cómo fue esa experiencia? 

RV: Él me pregunto ¿qué es eso del cajón?, así le compré uno. Luego recién lo llevé a tocar conmigo, porque no tenía acompañante y justo era para el Día de la Canción Criolla, un 31 de octubre, con un repertorio a cajón. Le enseñé los ritmos y captó muy rápido todo.

MV: Yo ya lo había escuchado tocar siempre y cuando entré a acompañarlo no hubo problemas porque nos comunicábamos muy bien. Hemos estado en escenarios un poco más grandes y siempre la reacción del público es buena.

¿Algún momento que consideran les sirvió para crecer? 

RV: En el 2010 realizamos una gira con la cantante Jeanette, nuestro pequeño show con guitarra y cajón caía muy bien, nos pasábamos una hora teloneando. El aprendizaje es la conexión que para serte franco, yo puedo tocar con otros músicos, pero esa empatía con el público solo la consigo con él, es un lenguaje de pies y de manos que otro percusionista no me entiende, me hace un gesto y ya.

MV: Me gustaría atribuírselo al romanticismo y a la genética porque eso solo pasa con él. Fuera de esta conexión, no podemos mentir, no ensayamos mucho, no cuadramos nada. Tenemos el mismo interés de dar un buen espectáculo, que la gente disfrute y se acuerde de nosotros.

¿Qué lugares visitaron con este show? 

RV: Estuvimos 6 años en gira por Puerto Maldonado, Moquegua, Ilo, Tacna, Cusco, casi todo el sur del Perú, luego él ya empezó a tomar su rumbo.

MV: Antes del Father & son ya pertenecía a agrupaciones, en el 2012 ya empecé con Ryou Sakai Proyect, siempre tuve la afición con la música japonesa, pero nunca afectó el dúo.

¿En qué consiste su banda? 

MV: Regresé a Tacna por dos años con este nuevo proyecto que busca más que todo dar a conocer la música japonesa no comercial, una protesta amistosa contra las bandas que tocaban ánime. Siempre veímos que se repetían las canciones, así que junté a varias personas para explorar y salir de los eventos temáticos del ánime para profundizar más el tema.

RV: Por mi experiencia y porque he pisado varios escenarios, estos hechos respaldan mi carrera, pero con este cabellero se cumple eso que dicen “el maestro supera al maestro”, porque su banda es arequipeña y representa a Latinoamérica en el festival Natsumatsuri con bandas japonesas que desean que los teloneen.

¿También los une las artes plásticas? 

RV: Es un trabajo que realizo en paralelo y planeo una exposición cada año, me especializo en acuarela y retratos a lápiz. Una de las personas que también marcó fueron las enseñanzas de Alberto Ísola, quien me enseñó toda la parte escénica. Fue difícil para mí porque viví en Lima en una etapa militar donde tocar música de protesta significaba ir preso.

MV: Realizo ilustraciones que las vendo por internet, son épocas distintas, ahora es un poco más fácil poder dar a conocer tu trabajo. 

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