Eran las 4 de la tarde del 13 de agosto de 1868 cuando la tranquilidad de la Ciudad Blanca se esfumó. La tierra tembló por segundos interminables, no dejando una sola construcción sin grietas en Arequipa. Aquel terremoto de 9 grados de magnitud fue calificado como uno de los más fuertes y destructores en toda la historia de la región.
Como muestra de la devastación que cubrió la ciudad, quedaron fotografías tomadas tras la catástrofe. Instantáneas que son la prueba para contar cómo fue que la población no solo soportó la poderosa vibración, sino también supo sobreponerse de las ruinas y a cada uno de los fuertes sismos que azotaron.
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Los autores de aquellos retratos los cuidaron y conservaron muy bien, de modo que hoy todos pueden tener acceso a ellos. Se encuentran en la sala de exhibición del Museo Histórico Municipal Guillermo Zegarra Meneses, ubicado en el Cercado.
La muestra agrupa más de 40 pruebas físicas de los terremotos desde 1868 al 2001. En cada descripción se precisa la magnitud del daño y la cantidad de víctimas.
Una de las fotografías más impactantes de la colección es, justamente, de la fachada de la Basílica Catedral destrozada tras el terremoto de 1868. Se observa como se levantan montañas de escombros de sillar, la piedra volcánica con la que se edificó. Además de las calles periféricas con casonas colapsadas.
En otro extremo de la habitación se muestra los retratos del terremoto de 1958. Este azotó a la ciudad un 15 de enero a las 2 y 15 de la tarde. Los 7 grados de magnitud apagaron la vida de 28 personas y dejaron 133 heridos.
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Solo dos años más tarde, en el mismo mes, nuevamente la ciudad fue abatida por un terremoto de 7.5 grados de magnitud y dejó 57 muertos.
Las imágenes son dolorosas y conmovedoras, debido a que en medio de la catástrofe, las personas no dejaban de ayudarse. Una fotografía de 1960 retrata bien ello, sobre los restos de su hogar, una mujer sentada con el rostro afligido y a su costado un hombre religioso entregándole lo que parece una porción de comida. En muchas de las instantáneas se repiten muestras de ayuda, solidaridad y civismo.
Más de cuarenta fotografías de los movimientos telúricos que destruyeron varias zonas de la Ciudad Blanca son exhibidas en la sala de exposición del Museo Histórico Municipal Guillermo Zegarra Meneses. La destrucción, pero también el apoyo entre los arequipeños están presentes en las instantáneas