Crece inseguridad en poblado donde joven fue mutilado

Vecinos del sector III de la asociación José Luis Bustamante y Rivero en Cerro Colorado, cuestionaron el incremento de la inseguridad en el populoso pueblo joven que habitan, luego que un barrista resultara con las extremidades inferiores mutiladas y órganos dañados por un artefacto que explotó mientras él y un grupo de amigos comían y libaban en el campo deportivo público del lugar.

Según Melquiades Salas, representante vecinal, los involucrados en el accidente no pertenecen a la asociación. "No viven aquí, son barristas que llegan de otros lados y amedrentan a la gente. Hasta se les ha visto arrastrarlos machetes en el piso", señaló.

SITUACIÓN. El dirigente Salas asegura que las pandillas, los robos a viviendas, carteristas y agresiones son cada día más comunes; ayudados por la falta de autoridades y un mal alumbrado público en las noches.

"No se sorprenda si ve una noticia y dicen que ocurrió algo acá, porque ahora estamos así con los delincuentes", manifiesta.

MUNICIPIO. El subgerente de Seguridad Ciudadana de Cerro Colorado, Alexis Gamarra, aseguró que no se tiene abandonado el sector. "Tenemos seis camionetas para atender los llamados de los vecinos en las zonas del Cono Norte. De hecho, fuimos los primeros en atender esa emergencia (de la explosión)", señaló.

Para el funcionario una situación adversa del accidente y que se repite en las múltiples denuncias que reciben es el consumo de alcohol.

"Más de 630 alertas en el distrito son por problemas con el licor. Otros problemas como violencia familiar, sexual, problemas de pandillas o incluso robos tienen esa misma raíz", señaló el funcionario.

Y es que en la zona se detectó la venta y consumo de licor en viviendas, sin ningún tipo de regulación. "Además del las sanciones y fiscalización, la misma comunidad debe reconocer ese problema para que lo eviten y no siga causando daños", dijo Garrido.

POLICIAS. En Cerro Colorado, distrito con más de 200 mil pobladores y 100 mil personas itinerantes en las zonas comerciales, laboran no más de 200 policías entre sus cuatro comisarias.

Actualmente, se calcula que por cada 3 mil 500 personas existe un policía; y un miembro del Serenazgo municipal por cada 2 mil vecinos.

Este déficit también contribuye al debilitamiento de la seguridad.