“El muay thai es mi vida, me cambió todo”
“El muay thai es mi vida, me cambió todo”

Pese a tener un futuro prometedor como arquitecto, Renzo Gómez Choquehuayta a sus 25 años decidió seguir en el arte marcial que le había permitido controlar su temperamento desde la adolescencia, el muay thai. Al descubrir que esta era su pasión, Gómez no dudó en vender su auto y otras pertenencias para abrir su propia academia de este arte marcial de raíces tailandesas, y le puso Nak Camp. A continuación su historia:

¿Cómo empezó los entrenamientos de esta disciplina? Cuando estaba en el colegio, en la primaria me hacían bullying y ya en la secundaria era mas avezado y un amigo me llevó a clases de boxeo cuando tenía 15 o 16 años y fue el lugar donde canalicé mi comportamiento y carácter. Practiqué boxeo como dos años y luego conocí el muay thai que es una disciplina deportiva completa y dije esto es lo que quiero, me encantan las peleas y ganar. El muay thai me cambió todo, me bajó las revoluciones, me cambió la vida. A la vez estudiaba arquitectura y cuando egresé empece a hacer planos, trabajé en una constructora, ya se estaban haciendo mis diseños y todo, pero en verdad descubrí que esto me apasionaba (muay thai) y ganaba más, para mi no era trabajo.

¿Cuándo abrió su propia escuela? Hace 5 años decidí abrir mi propio camino y tener mi escuela (Av. Lima 407, Vallecito). De hecho que hasta ese momento no tenía un local y daba clases de forma particular y casualmente caminando por aquí encontré este local, lo alquilé y empezaron a venir más alumnos de otras academias. Tiempo después tuve que hacer una inversión fuerte en cada saco, cada uno cuesta más de 900 soles. Tenía un carrito, lo vendí para comprar tres sacos y después también el piso, cada cuadrado está a 70 soles, fue una inversión fuertísima y durante estos 4 años y medio hemos ido creciendo.

¿La academia participó en campeonatos o torneos con sus alumnos? Sí, yo logré irme a Tailandia para entrenar y aprender en el 2017. Allá es considerado La Meca del muay thai, allá se desayuna, almuerza y cena muay thai, todo gira al rededor de esta disciplina y se entrena a doble turno, 7 horas al día y 6 días a la semana. Ahí me enseñaron mucho y regresé a Arequipa para corregir el método como solía entrenar antes. Yo creo que el crecimiento es gracias a los alumnos cada vez son más y vienen y ya no se van.

¿Con cuántos alumnos empezó? Con cuatro particulares, entre ellos tres modelos. Poco a poco la academia fue más conocida y ahora contamos con cerca de 60 alumnos de los cuales 10, son mujeres. El muay thai es muy fuerte y muchos no aguantan.

¿Esta disciplina en qué ayuda? Es un sistema de defensa letal porque los golpes son muy fuertes y a través del tiempo, con el ring, los sacos se hace entretenido te sirve como defensa persona, acondicionamiento físico porque es un deporte muy fuerte.

¿Cuántos alumnos lograron participar en torneos? De acá yo los hago pelear a todos, todos se preparan aquí para que en la pelea no te pase lo que te podría pasar en un ring. Si el entrenamiento es fuerte, la pelea es fácil. Entre más fuerte te entrenes más fuerte, más preparado y confiado te sientes. Han ganado en campeonatos regionales casi todos los años los ganan todos y en todas las categorías. Hemos sacado campeones nacionales como Renzo López (2018), Marcelo Curasao (2017) que ahora está en Italia haciendo carrera como profesional; Patricio Ortega (2018), subcampeón nacional; yo salí campeón en el 2011, 2012 y los siguientes años subcapeón.

¿En cuánto tiempo una persona puede aprender a pelear y defenderse? Mucho depende de sus cualidades y su predisposición para aprender. Hay otros que son netos, tienen cualidades para pelear, no tienen miedo a nada y no tienen frenos ante nada.

¿Qué proyectos tiene? Abrir una escuela en José Luis Bustamante y Rivero quizá a medio año. Ahora tenemos una academia en Mejía donde enseña uno de nuestros alumnos a nueve personas.

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