El patrimonio cultural de Arequipa que podría perderse en el tiempo

La Gerencia del Centro Histórico de Arequipa, tiene registrados al menos 30 monumentos en ruinas y con urgente necesidad de ser puestos en valor por su trascendencia en la historia y la cultura.

Además del Tambo de Ruelas, cuyos detalles dimos a conocer en nuestra edición del 26 de abril último, otros dos revisten singular importancia por estar en el corazón mismo de la zona protegida. Se trata de una parte del Palacio Arzobispal que da a la calle San Francisco, y de la casona Flores del Campo, en el Portal de Flores.

El arquitecto Julio Aspilcueta Barbachán, quien es parte del staff técnico de la Gerencia a cargo del patrimonio monumental de la ciudad, explicó que ambas casonas son propiedad privada.

A diferencia del Tambo de Ruelas, las estructuras de estos dos predios están cimentadas únicamente en sillar y los techos en su casi totalidad, son cúpulas cuya intervención debe ser especializada a cargo de personal experto en conservación de patrimonio.

Estudios. El titular de la Gerencia del Centro Histórico, arquitecto Víctor Dibán Rojas, explicó que tanto en la casona Flores del Campo como en el Palacio Arzobispal, se requiere primero hacer estudios técnicos para determinar el tipo de intervención necesaria, aunque adelantó que se requiere ante todo reforzamiento de las estructuras de sillar, de acuerdo a la distribución del mismo.

“Si el sillar se trabaja por peso a la comprensión de manera horizontal, la estructura no sufre, pero si se requiere trabajar a la tracción, entonces surge la necesidad de utilizar malla de acero vaciada con concreto para garantizar la solidez y resistencia a los movimiento telúricos”, explica respecto a los detalles de la intervención necesaria.

Otra información que a la fecha trabaja esta oficina encargada de la zona patrimonial de Arequipa, es la identificación del 100% de las casonas en situación de alto riesgo.

Este censo tendrá información sobre el nivel de daño, las características planteadas de las obras de recuperación y las posibilidades de inversión de sus propietarios.

“Algunas casonas han sido dejadas al paso del tiempo, tal parece que sus dueños esperan un sismo grande para traer abajo los muros, con el fin de evadir el control y tener el pretexto perfecto para reemplazar las estructuras con construcciones modernas entre comillas”, asegura Dibán Rojas.

El registro tomará 45 días de trabajo y al término, se emitirá recomendaciones para que la administración de la ciudad busque la mejor salida destinada a garantizar la recuperación de los predios. También se trabajará con la oficina municipal de Defensa Civil, un simulacro de sismo supervisado que garantice la participación de todos los ocupantes del Centro Histórico.

Dibán, hizo una invocación a los propietarios de los predios afectados para permitir el acceso de los técnicos responsables del censo.

También invocó a las empresas del sector privado para analizar las posibilidad de adquirir alguno de estos predios para recuperarlos como hicieron en su momento el Banco Continental con la casa Tristán del Pozo y el Banco del Sur con la Casa del Moral.