Ezio Neyra: “Es necesario defender las bibliotecas públicas”
Ezio Neyra: “Es necesario defender las bibliotecas públicas”

Ezio Neyra Magagna, jefe institucional de la Biblioteca Nacional del Perú (BNP), conversó con Correo sobre el actual panorama de las bibliotecas en el Perú a propósito de su participación en el reciente Hay Festival Digital Arequipa.

¿Qué tan duro fue el golpe recibido para las bibliotecas a causa de la pandemia?

La pandemia ha significado un duro golpe para todos. Las bibliotecas no han sido la excepción y se han enfrentado a enormes desafíos para seguir garantizando el derecho al acceso a la información y a la cultura. Para estar a la altura del reto, han debido adaptarse e innovar en las maneras de acercarse a sus usuarios, por ejemplo, trasladando su programación cultural y servicios a entornos virtuales, o desarrollando bibliotecas digitales. Es necesario defender a las bibliotecas públicas como espacios de gran relevancia incluso en coyunturas como las de una pandemia, una emergencia o una catástrofe. Las bibliotecas tienen un rol fundamental que cumplir para el desarrollo de las comunidades que atienden.

De esta desgracia surgieron historias de bibliotecas/bibliotecarios que lograron adaptarse y merecen ser destacadas.  

Por supuesto. Pienso, por ejemplo, a nivel provincial, en las bibliotecas públicas municipales de Cusco, Huánuco, Arequipa o Piura, que han migrado a la virtualidad. A nivel distrital, se me vienen a la mente las bibliotecas de Pueblo Libre, Barranco o Surquillo, que emprendieron servicios de préstamo de libros en beneficio de los vecinos. Pienso también en el importante rol de contención que han desempeñado bibliotecas comunales como la Antonio Gálvez Ronceros en Chincha, la biblioteca comunal Don Quijote y su Manchita en Puente Piedra, o la Carlitos Oquendo de Amat en Puno.

¿Qué tanto crees que cambie la forma en la que operan las bibliotecas tradicionales una vez que concluya la crisis? 

Pienso que la emergencia sanitaria ha elevado la intensidad de los reflectores que se posan sobre las brechas que aún nos dividen entre peruanos. Brechas que existen también en cuanto al acceso a la información y a la cultura. Tras la pandemia, soy de la idea de que las bibliotecas deben tener cada vez menos paredes y ser crecientemente proactivas en seguir buscando maneras innovadoras de acercarse a sus usuarios a través de servicios y programación que convivan con naturalidad en los entornos presencial, remoto y virtual. Si los usuarios no pueden ir a la biblioteca, esta debe ir hacia ellos.

¿Debería hacerse una apuesta más grande por las “bibliotecas digitales”?

El desarrollo de bibliotecas digitales es una forma de acercar la información y la cultura a las personas, pero no la única. Desde la BNP hemos lanzado hace unos tres meses la Biblioteca Pública Digital, que permite el préstamo gratuito de hasta dos libros por dos semanas. Y, si bien es importante seguir apostando por bibliotecas digitales, no deben descuidarse los otros entornos de acción. A un servicio de biblioteca digital se pueden sumar otros como el préstamo de libros físicos por delivery o por recojo, o como servicios que se puedan ejecutar vía telefónica.

¿Qué estrategias relacionadas a esta área deberíamos considerar de repetirse un escenario similar en el futuro? 

Pienso que se deben seguir desarrollando los servicios virtuales, pero también los remotos y mixtos. Debemos diseñar servicios pertinentes para las comunidades que atendemos, y llegar a ellas por el canal más apropiado. Esta pandemia nos has mostrado que lo virtual no basta, porque la brecha es muy grande en ese sentido. Lo importante es que las bibliotecas sigan desarrollando maneras innovadoras de llegar a sus usuarios. La razón de ser de las bibliotecas es la comunidad a la que atiende.

¿Qué te parece el proceso de compra de libros a editoriales nacionales por parte del MINCU? 

Es importante poder contar con recursos para comprar libros que puedan ser distribuidos en bibliotecas públicas y espacios de lectura a nivel nacional. Es verdad que cualquier proceso puede ser perfectible, pero es importante defender su continuidad para que la ciudadanía pueda acceder a materiales bibliográficos de calidad. Se requiere una adecuada reglamentación de la recientemente aprobada Ley que reconoce y fomenta el derecho a la lectura y promueve el libro, porque definirá el camino para las compras públicas de libros que se vayan a llevar a cabo en los próximos años.