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Desde mayo de este año, Martina Holanda Arratea vive junto a sus dos hijos y sus cuatro nietos en una casa precaria en la torrentera que se ubica al ingreso al Santuario de la Virgen de Chapi.

La familia llegó al distrito de Polobaya desde Mollendo (Islay) para vivir en la casa de su padre, sin embargo, se dio con la sorpresa que sus hermanos vendieron la vivienda.

Sin tener un lugar para habitar, la familia improvisó una carpa con telas viejas, plásticos, costales y troncos secos, en medio de una quebrada, donde diferentes puestos de comida botan desechos. En su interior colocaron colchones viejos y malolientes que reciclaron.

DRAMA. “Mi familia me traicionó y vendió la casa de mi padre sin avisarme. Me dejaron en la calle y ahora no tengo nada que ofrecerle a mis hijos”, cuenta doña Martina.

Los vecinos del sector, al ver la situación de la familia solicitaron el apoyo de la Sociedad de Beneficencia Pública de Arequipa (SBPA). El presidente de la institución, Edgardo Calderón, acudió a la zona para ofrecerles alojamiento, comida y vestido, pero la abuela no quiso salir del lugar por temor a que la separen de sus hijos nietos. La SBPA insistirá hasta que acepten ayuda y tengan una mejor calidad de vida.

  • 5 niños y 2 adultos viven en la torrentera. Dos menores tienen problemas de lenguaje.  

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