Prefieren comprar oxígeno para tratar a enfermos COVID-19 en casas, que trasladarlos a hospital en Arequipa

Familias siguen comprando oxígeno para tratar a enfermos por la COVID-19 en sus casas

Actualizado el 06/08/2020, 09:22 a. m.

Las largas colas de gente que se ven en los alrededores de las empresas que venden oxígeno en Arequipa no han desaparecido con la instalación de las plantas en los hospitales. Cientos de personas invierten grandes cantidades de dinero para continuar adquiriendo el gas con la finalidad de atender a sus enfermos por coronavirus en sus viviendas.

Luis La Torre y sus familiares se han convertido en los enfermeros y cuidadores particulares de su suegro de 86 años, quien desde hace cinco días permanece aislado en su vivienda y conectado con una cánula a un balón de oxígeno para poder respirar y combatir la COVID-19, que pretende quebrar sus pulmones.

Mientras aguarda su turno para recargar con 145 soles su balón de oxigeno de 6 m3 en la empresa Praxair, La Torre cuenta que tuvieron que invertir 12 mil soles para comprar dos balones por Internet y alquilar un tercer a 100 soles diarios para brindarle la oxigenación que el patriarca de la familia necesita para que su saturación no baje de 90, mientras recibe la medicación brindada por un médico particular.

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Asegura que prefieren atenderlo en casa, antes que internarlo en un hospital por temor a que muera. “No tenemos la seguridad que lo vayan a atender bien, no hay personal en los hospitales y la carga viral es muy alta. Es mejor tenerlo en casa y felizmente todo esta yendo bien”,sostuvo La Torre.

El mismo sentimiento tienen otros usuarios como Ángel Zúñiga. Su hermano de 31 años, chofer en una municipalidad, contrajo la enfermedad y hace dos semanas fue evacuado a EsSalud, pero al ver la gran cantidad de enfermos que esperaban ser atendidos, decidieron retornar a casa.

Desde entonces el enfermo recibe el cuidado de sus hermanos con las indicaciones de un médico particular. Emplearon dos balones, uno alquilado a 100 soles diarios y otro prestado para darle oxígeno. Ayer, Ángel acudió a la empresa para realizar una última recarga y retornar el balón que se prestó de un amigo. “Mi hermano sintió que en casa iba a estar mejor y así ha ocurrido ahora tengo que devolver el balón lleno, como me lo prestaron”, dijo.