Solo existe una seguidora de un deportista que será fiel e incansable, tanto en su victoria como en la derrota, se llama madre. Suele decirse que detrás del esfuerzo, ilusión, lucha y sacrificio del atleta se esconde la figura clave de la progenitora, pero para la joven promesa del ajedrez Leonardo Cahuapaza Tarapacá, su madre siempre ha estado a su lado y muy visible.
Victoria Tarapacá ha sido una protagonista fundamental en las más de 100 medallas que Leonardo ganó para el país en el deporte mental del ajedrez desde los 11 años. Hoy nos detenemos en ella y su historia de superación día a día.
LEA TAMBIÉN: Miles se volcaron a los cementerios de Arequipa por el Día de la Madre
UNA VIDA DE LUCHA
Victoria nació hace 40 años en Chumbivilcas, en la región de Cusco. Como hermana mayor de 8 hermanos, se hizo cargo de ellos junto a su madre, cuando su papá falleció de manera inesperada. “Mi vida siempre ha sido muy complicada y no creo que muchos la entiendan”, confiesa con un hondo suspiro, tal vez al recordar que por muchos años estuvo sometida al miedo debido al terrorismo que azotó su comunidad. Fue este uno de los motivos que puso en pausa su educación, pero con la valentía que la caracteriza, tras llegar la paz a su pueblo, acabó la primaría a los 15 años y completó su educación a los 20 años. “Mi madre era analfabeta y no tuve grandes oportunidades para estudiar, pero terminé mis estudios”, refiere.
Así como Leonardo, de 16 años, sigue sus sueños, tiene un hijo mayor que estudia para ser ingeniero. “Siempre pensé que yo tenía que sacar profesionales a mis hijos. La historia no podía repetirse”, recuerda.
EL LARGO CAMINO POR UN SUEÑO
Por ello, para Victoria, el tirar la toalla debido a la falta de dinero para que su hijo menor cumpla sus aspiraciones no era una opción. Confiesa que el camino no es nada fácil.
Desde los 11 años, Leonardo tiene viajes nacionales e internacionales y en cada ocasión la magia de mamá se activa. Victoria vende caramelos y gaseosas en las calles y en el colegio Jesús Maestro. No solo trabaja para cubrir sus necesidades básicas, sino también para solventar los costosos periplos. Leonardo no recibe apoyo del Instituto Peruano del Deporte, pero tiene a su madre para resolver ese gran problema. Victoria ha logrado que la población, autoridades políticas y empresas colaboren con Leonardo, quien a veces junto a ella vende en las calles y toca puertas por colaboraciones.
LEA TAMBIÉN: El 13% de Arequipa vive en pobreza monetaria, según el INEI
“Tengo que estirar el dinero. Si tengo 300 soles para el viaje, mientras mi hijo está concursando, yo compro gaseosas y aguas y las vendó afuera, solo así nos alcanza”, explica.
Victoria nunca ha celebrado el Día de la Madre, dice que esa fecha se vende más y no puede darse el gusto de quedarse en casa. Comenta que el mejor regalo en que puede traducirse su esfuerzo es ver la alegría en el rostro de sus hijos. Además, sabe que su tenacidad y entrega hará que el sueño más ambicioso de Leonardo se haga realidad. “Me dice que quiere ser alcalde y tiene muchas ganas de estudiar en el extranjero y también lo apoyo en eso, ya recibe clases de inglés”, cuenta con orgullo. Tal vez a lado de esa futura autoridad, Victoria siga dándole fuerza y aliento.
LEA TAMBIÉN: Arequipa: Dos regidoras de Mariano Nicolás Valcárcel esperan decisión del JNE sobre vacancia
LOS LOGROS DE LEONARDO
Lo conseguido hasta este momento por la joven promesa del ajedrez no es poco. Gracias al apoyo de su madre, Leonardo ha sido reconocido en varios concursos nacionales e internacionales. Por ejemplo, solo en el 2023 obtuvo el segundo puesto en el Sudamericano de Ajedrez Escolar, el tercer puesto en el Sudamericano modalidad clásico y el tercer puesto en el Sudamericano de la Juventud Brasil. En lo que va de este año, se ha coronado como campeón Macrorregional Sur Juvenil 2024 y campeón Nacional Juvenil 2024.
El camino de disputas continuarán este año con el Campeonato Mundial de Perú, el Campeonato Panamericano en Estados Unidos, el Campeonato Mundial en Brasil y el Festival Sudamericano en Uruguay. Esta larga lista de torneos es algo que le quita el sueño a Victoria, pero no piensa que sea imposible de conseguir. Al contrario, la madre con mucha garra sigue trabajando en las calles y juntando sol a sol el dinero suficiente para cubrir parte de los precios de los viajes. Tiene esperanza que el resto llegará el apoyo de la población que también confía en su hijo.