Arequipa: Hospitales Goyeneche y  General en su hora cero
Arequipa: Hospitales Goyeneche y General en su hora cero

Cada día las críticas a los hospitales Goyeneche y Honorio Delgado dejan ver las deficiencias en los servicios de estos establecimientos.

Una de las áreas más quejadas es la de Oncología. La historia de Nicolasa Cahuana, de cuarenta años, es un ejemplo.

Desde el 2010, año que se le detectó cáncer al ovario, debe lidiar por lo menos una vez a la semana con el “inhumano” servicio del hospital Goyeneche a fin de conseguir una cita para Oncología, trasladándose desde La Alborada.

“Cuando uno padece de una enfermedad neoplásica, la atención médica oportuna es en la práctica un estrecho margen entre la vida y la muerte”, comentó otro paciente del nosocomio.

Cahuana, sentada sobre el frío pasillo de ingreso del departamento de Neoplásicas, visiblemente desvalida, es una entre los cientos de casos diarios que ingresan a los hospitales con la esperanza de una pronta recuperación.

REALIDAD. ¿Quién podría mejorar de su enfermedad con todo el sufrimiento que implica sacar una cita en el hospital?

Pacientes hacinados por varias horas en los pasillos del Honorio Delgado, tientan todos los días una atención médica. La situación de quienes van al Goyeneche es peor. Ellos lo hacen fuera del hospital desde la madrugada.

La última visita inopinada por la Defensoría del Pueblo a estos dos nosocomios, dejó en evidencia el pésimo servicio de salud que se brinda a los pacientes.

Atención deficiente a los enfermos, ambientes insalubres y falta de equipamiento es lo que halló el representante de la Defensoría, Manuel Amat.

En su defensa, los directores de los hospitales argumentaron que el servicio no es el mejor por la carencia de personal. Además, reclamaron la asignación de mayores recursos financieros.

Pero, para el congresista Gustavo Rondón, exdirector de Salud en Arequipa, dijo que la deficiencia en estos servicios pasa por un asunto “gerencial”, al no gestionarse proyectos para modernizar los nosocomios.

GOYENECHE. El director del Goyeneche, Guillermo Velarde, dijo que para mejorar el servicio de salud es necesario más personal y ampliar la infraestructura.

“Hace falta otros 100 médicos para atender la demanda de salud y a la vez, mantener el nivel del hospital”, comentó Velarde.

Por otro lado, para el galeno, los 16 mil metros cuadrados destinados para los nuevos ambientes del Goyeneche tampoco son suficientes.

Hizo un llamado a las autoridades de la dirección de Cultura para que las estructuras del antiguo hospital, consideradas monumentos históricos, sean tumbadas y no pase una desgracia por un terremoto.

En relación a las colas fuera del hospital, la dirección estudia la posibilidad de que los pacientes consigan citas por las mañanas para el día siguiente.

Son 400 l as personas, las que diariamente asisten para obtener citas y 200 quienes llegan hasta Emergencia.

HONORIO. El estado del hospital regional Honorio Delgado Espinoza también se torna delicado.

Carlos Medina, director, sostuvo que el plan estratégico del nosocomio (que comenzará a formularse dentro de unas semanas) debe arrojar un diagnóstico preciso.

“El plan nos debe permitir qué cantidad de personal, equipos y recursos tenemos y cuánto requerimos para una atención correcta”, explicó.

Bajo esta circunstancia, no se puede proyectar el incremento de personal ni el requerimiento financiero.

A inicios de año, el exdirector del Honorio Delgado, Octavio Chirinos, advertía el colapso en hospitalización y emergencia.

“…Ya no nos abastecemos... a diario 17 pacientes que ingresan por Emergencia no pueden ser hospitalizados por falta de camas”, dijo.

El nosocomio dispone de 680 camas, pero atiende a más de 500 pacientes al día en consultorios y el área de emergencia trata hasta seis veces su capacidad.

Ninguno de los actuales directores se refirieron sobre el trato insensible a los pacientes.

PROPUESTA. Para el legislador Gustavo Rondón, la solución no está en la construcción de un nuevo y gran hospital como ha sido planteado por diversos actores sociales y del sector. “Más especialistas y personal de salud en los centros periféricos de la ciudad frenaría la carga de pacientes en estos dos hospitales que son para cirugías de alta complejidad…”, sugirió.

Sostuvo que el “Gobierno tiene plata” y “lo que falta son proyectos de inversión provenientes de los hospitales” para modernizarlos. “Es responsabilidad de los directores”, añadió.

Mientras tanto los sufridos pacientes de ambos nosocomios continuarán bregando con sus enfermedades al mismo tiempo de exigir a los operadores de la salud una atención digna, pero sobretodo humana.

Y Cahuana, casada con Alejandro Alvarez, lucha durante cinco años contra su enfermedad, y está perdiendo, para desconsuelo de su menor hijo de tan solo once años de edad.

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